Un Alfa para un Omega

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Win Metawin Opas-iamkajorn era el nuevo pediatra del turno matutino, todos hablaban de la singularidad del omega, dado que era muy alto, algo poco común en los omegas, sumamente lindo y con rasgos chinos. Era de lo que hablaba el hospital, desde enfermeras hasta los de conserjería.

-No se que le ven a ese sujeto - Bright estaba rellenando los papeles del último parto que había atendido - No quiero ni si quiera conocerlo -

Pero eso no era opción, mientras Bright valoraba a la omega que acababa de dar a luz, Win entró para ver al pequeño bebé que necesitaba atención, sus miradas chocaron y se reconocieron como enemigos aun sin haberse si quera saludado.

-Sawadee Krap - hizo una reverencia - Soy el doctor Metawin y vengo a revisar a su bebé y ¿Qué tenemos aquí? - puso su estetoscopio sobre el pecho del infante para oír mejor su corazón - Eres un niño muy fuerte, podía escuchar tus llantos desde el otro lado del hospital - ¿Ya tiene nombre? - preguntó en voz alta -

-Se llama Prem - afirmó sonriente -

-Pues es un gusto conocer a Prem - sonrió -

Fue la primera vez en todo el día que la mujer se sintió cómoda y a gusto con un médico. Bright apenas y se había presentado y había hecho lo propio con sus conocimientos para revisar a la mujer, pero nadie la había saludado y hecho reír.

-¿Se siente mejor ahora? Tuvo un parto natural ayer y no es fácil dar a luz a un pequeñito y menos a este bandido, es enorme - la mujer asintió mientras Bright sólo rodaba los ojos -

-Fue doloroso, es mi primer hijo y no creí aguantar - la mujer suspiró -

-Pero lo logró, parece difícil pero al final tiene sus recompensas - la mujer asintió ante lo dicho - Su pequeño está sano, pero como sabe aún no podemos saber su casta, tendrá que esperar unas semanas más, mientras tanto voy a explicarle como alimentará a su bebé -

-Doctor Metawin - alzó la voz el moreno - ¿Podría por favor permitirme solo un momento con la paciente? -

-Estaré esperando - Win sabía que el otro médico buscaba cualquier oportunidad para volver un campo minado el lugar de trabajo que compartían - Aún no termino de ver al pequeño Prem -

Metawin siguió haciendo lo suyo aún cuando era notorio que al otro doctor le molestaba su presencia. El pediatra se había ganado el cariño de los pacientes, todos los omegas de los cuales atendía bebés hablaban maravillas de él. Y todos los omegas que llevaban a sus niños a chequeo, preferían a Win. Eso no le gustó mucho a Bright, en especial por que muchas omegas se habían quejado por que el ginecólogo era particularmente serio y de mirada agresiva, Bright siempre a sido así, no es agresivo ni mucho menos grosero, pero cada que debía atender a un omega en parto solo lo escuchaba decir que quería que el doctor Win viese a su hijo. Estaba harto, todos hablaban solo de ese tonto omega alto y de piel muy clara, no tenía nada de especial según él.

Metawin estaba hasta en la sopa y eso le molestaba. Sus habilidades para socializar tampoco eran las mismas, no, no podía sonreír todo el tiempo ni "verse bonito" como dice la asistente médica Jennie. El no puede, no sabe, solo es serio y hace su trabajo, una semana y ese tonto omega ya había hecho que le impusieran nuevas normas a él. Lo intentó una vez pero por más que se esforzó en sonreír no lo logró.

-Hey Bright - Off alcanzó a su amigo en la cafetería - ¿Qué tal tu semana? Solo te e visto hoy, tengo demasiado trabajo esta vez -

-También yo, anoche hubo luna llena y sabes que a los omegas les da por parir - se sentaron en una mesa vacía a comer -