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A Win le estaba costando mantener la cabeza fría. El y Bright apenas congeniaban de hecho un día antes había aceptado que iba a ser un renegado. Pero un día después, iniciado su celo, había aceptado pasarlo con Bright, ignorando todos los peligros que esto incluía. Trataba de tomar buenas decisiones aún con el calor en su interior quemando, de verdad trataba pero su lobo era mucho más fuerte que él.

Hizo una parada en la farmacia, necesitaba condones y no solo eso, un collar especial que evitaba ser marcado, debía usarlo en todo momento o terminaría mal. Con todo eso en la bolsa, se dirigió a casa de Bright, un departamento en un buen edificio, muy al estilo del alfa. Se estacionó en el pequeño estacionamiento y fue directo a recepción donde Bright le dijo que indicara al portero quien era y así lo dejarían subir, eso hizo y cuando estaba en el elevador se sintió muy arrepentido, no había forma de sentirse cómodo, incluso su lobo estaba vuelto loco debido a que sabía que iba a suceder. Y vamos Win no era mojigato, había tenido relaciones en el pasado, incluso ya había pasado su celo una vez con un alfa, pero esto era distinto, pasaría su celo con un alfa que no toleraba y resultaba ser su destinado, un destinado que tampoco lo quería y el cual lo había rechazado en vidas pasadas, eso debía ser una mala broma.

El elevador se detuvo justo en el pasillo de la habitación del alfa, todo un piso era suyo, maldita sea no era cualquier piso, no sabía que Bright era así de rico, incluso con su buen sueldo no podría pagar un lugar así. Se paró frente a la puerta y tocó con pena el timbre, unos pasos se escucharon acercándose y vio a un Bright con pans y sin camisa, se veía malditamente guapo y debía reconocerlo.

-Pasa - se adelantó y esperó a que Win entrara y cerró la puerta detrás suyo -


-No imaginé que vivieras en un palacio - bromeó quedanse recargado sobre la pared mientras Bright iba por un vaso de agua -


-Lo heredé, mi padre me lo dio en compensación por no estar conmigo nunca, no me quejo, no es raro ver que los destinados no siempre se llevan bien - no tenia que arruinar el momento -


-Si si si como sea, no vine a escuchar tu triste historia de vida, estoy aquí por que no hay otra opción - Win no iba a gancharse sabiendo la vida del alfa, estaba ahí por que su celo así lo pedía, nada cambiaba entre ellos, el seguía siendo un renegado y Bright un alfa necio -


-Cómo sea, tienes razón, pero aclaremos como haremos esto, pasaremos el celo juntos, tengo suficiente comida y agua para estos días, no podemos decirle a nadie nada respecto a nosotros -


-No hay nadie a quien yo quiera contarle, aunque tarde o temprano tendré que decírselo a mis padres - negó con la cabeza, no quería entrar en tristes detalles - Como sea, traje preservativos y me puse un collar anti marcas, se lo que tu lobo va a tratar de hacer conmigo -


-Nuestros instintos van a ganar aunque tratemos que no, eres un omega y yo un alfa, en cuanto podamos olernos mejor va a comenzar, avisé a seguridad que no quiero visitas, y no tengo vecinos en el piso de arriba además de que los sonidos no traspasan bien el concreto aquí - ambos nos miramos un momento -


-Entonces... ¿Deberíamos empezar? - aun estaba algo nervioso pero su celo era algo que debía tratar a la brevedad -


-Si, vayamos a mi habitación - le mostró el camino y solo fue tras suyo - En realidad también tengo preservativos, soy ginecólogo y debo admitir que empecé en el robo hormiga hace mucho -

-Bien - Win no sabía como sería eso, en el pasado cada que tenía relaciones con alguien, había romanticismo y erotismo, pero sabía que no sería así en realidad cuando vio al moreno quitarse los pantalones y la ropa interior así sin más -

Un Alfa para un Omega Donde viven las historias. Descúbrelo ahora