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¿Qué se lleva a la visita del hombre que te gusta dónde estará su madre, qué, si todo marcha bien, podría ser tu suegra? Win no tenía ni más mínima idea, estuvo viendo pasteles por media hora, no sabía si eso era bueno por que un pastel es para celebrar, y la mujer estaba herida, no era nada para festejar, todo lo contrario. Gelatina, bueno a el jamás le gustó a menos que sea de chocolate. Galletas, si eso sonaba mejor podía acompañarlas con café y son buenas para toda ocasión, así que compró muchas galletas, pero debían cocinar así que llevó algo de congee, eso siempre ayuda cuando se está enfermo, seguro la haría sentir mejor. Después de dejarle comida y agua a sus perritos, tomó su auto para ir a casa de Bright, se estacionó frente a la casa y respiró varias veces antes de salir y tocar la puerta.

"Vas a cerle bien, le caes bien a los mayores, solo se tu mismo Winnie"

Tocó el timbre y de inmediato Bright abrió sonriendole, esa sonrisa, Dios, ama esa sonrisa.

-Llegaste temprano - abrió la puerta dejando pasar al omega, tomó las cosas que llevaba cargando para dejarlas en la cocina y luego abrazó sin más al más alto -

-Llegué justo a tiempo para la hora de la comida, traje congee y galletas - los ojos del alfa se iluminaron -

-Conejito no debiste molestarte, eres mi invitado - tomó su mano para acariciarla, eso se había vuelto algo común en ellos y no parecía para nada incomodo - Perdón, ahí está mi madre - señaló la sala donde una mujer mayor descansaba mirando la televisión - Lamento no presentarla primero - se acercaron a la sala y de inmediato la mujer captó la atención del omega - Mamá, él es Win, Win ella es mi mami -

-Al fin conozco a Win, mi hijo solo habla de ti, que pensé que jamás nos conoceríamos - el omega hizo la reverencia -

-Un gusto conocerla señora Chivaaree, su hijo habla todo el tiempo de usted, también quería conocerla, le traje galletas eso siempre me hace sentir bien cuando estoy enfermo, y yo yo lamento lo de su pierna - Win nervioso, otra faceta que ama del omega, desbloqueada -

-Ya estoy mejor, mi hijo exagera, puedo caminar bien, incluso puedo manejar - el alfa miró serio a su madre - Estoy bien, no me hagas sentir inútil Vachirawit -

-Solo me preocupas ma, quiero que estés bien, no tienes que correr ni apresurarte, ya no - Win entendía que para Bright, su madre era su todo, tenía una familia bastante grande pero ella lo había criado, casi todo lo había hecho sola y por lo poco que le había contado, no había sido nada fácil - Mamá solo cuidate - el alfa podía volverse un niño si se trataba de que su madre -

-Si, lo haré, ahora deberías de ofrecerle algo de comer a Win, no puedes dejarlo ahí parado - el alfa sonrió, obviamente no dejaría a Win así, jamás -

-Podemos tomar café con esas galletas que trajiste - ambos asintieron -

-Déjame ayudarte a llevar todo - en acuerdo silencioso, ambos llevaron las tazas y las galletas hasta la sala donde la madre del alfa estaba descansando su pierna - ¿Siente mucho dolor? - había notado que hacía varias muecas de dolor y que tal vez no decía nada para no asustar a su hijo -

-Solo un poco - Bright se cruzó de brazos - Deja de verme así Vachirawit -

-En mi auto tengo pomada para los golpes, siempre la llevo conmigo por que algunas veces jugaba fútbol y bueno siempre es necesario, iré por ella y acomodaré su vendaje - no esperó respuesta, salió corriendo por las cosas, no era mentira que el omega tuviese cosas de insumo médico en su auto, y es que jamás se sabe si vas a necesitarlo -

Volvio rápido y le cambió el vendaje a la omega, le puso pomada para el dolor y un par de compresas calientes que bright ya tenía listas. La mujer no era tonta, cuando su hijo dijo que un "amigo" suyo iría de visita, primero pensó que sería alguien conocido, Tay, Singto, Off o incluso Foei, pero encontrarse con el omega fue sorprendente, conoce a su hijo y sabe que quien salga con él debe tolerar su carácter, pensó, pobre chico, eso hasta que vio la forma en la que actuaba al rededor del omega, tuvo a ese alfa testarudo y sabe que está enamorado, no solo eso, que no es el amargado y serio alfa que es con otros estando con él, se ve feliz y sonriente, fue lo que siempre deseo para su pequeño bebé. Además de que el omega no era una mala persona, era lindo, educado, atento, cariñoso, ambos hacían buena pareja, y la única razón para que ambos fuesen tan lindos juntos era una sola, son destinados. Oh, su hijo podría no decirle pero ella ya lo sabía, veía en ellos una chispa, la hacía feliz pensar que su hijo ya no estaría solo y que había alguien que lo comprendiera, a decir verdad le intrigaba cual sería el siguiente paso, pero estaba segura que terminaría con ellos dos vinculados  viviendo juntos y en unos años ella podría disfrutar de no se, tal vez de sus nietos.

Un Alfa para un Omega Donde viven las historias. Descúbrelo ahora