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Mire a Hermione que estaba delante mío, pues los de el Ejercito de Dumbledore estaba en un maldito castigo.

Parecía aguantar las ganas de quejarse, hice una mueca y seguí escribiendo sin dejar que saliera un gemido de mi boca, no le daría el gusto a Umbridge.

Cuando salimos encontramos a Cho, me miró insistente y negué, Hermione iba a mi lado camine fuera del castillo y me senté en una de las bardas mirando los terrenos.

La chica soltó un suspiro cansado, con Umbridge como directora era por seguro que estaría muy ocupada.

— ¡Espera Oliver! – grito insistente la chica al verlo irse al campo de Quidditch.

— ¿Qué? – respondió en el momento en el que la chica había logrado detener al chico, uno bastante enfadado y con los ojos cristalizados.

— Perdón, en verdad lo lamento, yo no quería...

— ¿Qué no querías? ¿Qué no notará lo que tienes con Diggory?– la chica mordió su labio inferior mientras agachaba la cabeza. — Está bien, supongo que debí notarlo desde un principio.

— No, Oli...

— Sabes, estoy cansado de mi padre ¿Si te sabes la historia no? O tal vez tampoco me pusiste atención a nada de lo que te contaba por Diggory. Estoy cansado de muchas cosas pero más de ti Alyssa, entiendelo el siguiente año no estaré en el colegio y sabía que no funcionaria, sin embargo quería intentarlo.

—  No hay nada, Oli, entre Cedric y yo no existe nada y lo sabes bien.

El chico acarició la mejilla de la menor mientras le veía con los ojos cristalizados, mojaba sus labios con su lengua intentando buscar las palabras adecuadas.

— Eres la única persona que podía hacerme daño, y lo hiciste...– este soltó la mano que era sostenida por la chica y se fue.

— Aly...– giro su cabeza a la izquierda encontrando a su novia, Hermione frunció el entrecejo al ver a la chica con los ojos cristalizados. — ¿Estás bien?

— En perfectas condiciones, ¿Te he dicho lo linda que te vez hoy? – dijo está sonriendole para que no le preguntará más. La otra chica se sentó a su lado y tomó su mano. — ¿Te duele? – pregunto mirando su mano, mientras le acariciaba delicadamente sin tocar la parte herida.

— Si, pero seguro que ya pasará. Estoy segura de que lo mío se quitará pero la tuya y la de Harry no tanto...– le respondió intentando ocultar un quejido pues en verdad le dolía bastante.

— ¿Estás segura de que no te duele? – pregunto preocupada mirándola en busca de respuesta. Al ver una cara de complicación su mirada se enfureció — Esa maldita vieja no se las acabará.

— Aly...

— No, no me harás cambiar de opinión. – bufé, podría meterse conmigo pero jamás con Hermione, por supuesto que ahora mismo me importaba muy poco si era expulsada, pero Umbridge no se libraría.

Si me iría de este colegio, esa mujer no ganaría sin sufrir, si ella me hundía yo a ella. Pero jamás le volvería a hacer daño a mi chica.

[....]

—Es personal. – mire a Harry que le costaba decirlo, eso quería decir que estaba agotado.

— No para mí, ni para el señor tenebroso si mejoras. – dijor mirando mal a Harry que se encontraba sentado a mi lado. El hombre se acercó peligrosamente a mi hermano sin quitarle la mirada de odio. — Cada recuerdo al que tenga acceso es un arma que usará en tu contra, no durarias ni un segundo si el invade tu mente. Eres igual a tu padre, arrogante, flojo.

Inefable [Hermione Granger] CorrigiendoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora