Inefable [Hermione Granger] Corrigiendo

«55»

Harry le sorprendía, pues eran muchos recuerdos y cada que uno pasaba, se sorprendía más, no quería imaginar lo que le llegaría al final. Pero si su padre decía que era su hija porque la vio nacer, entonces confiaría en ello.

De inmediato recordó las palabras de aquella joven que no pasaba de los treinta “ Si es tu hermana o no, siempre lo será”

— ¡Alyssa!

— No me hables Malfoy, no somos amigos. – le dijo la chica pues desde hace tiempo el chico intentaba hablar con ella.

— Necesito que me ayudes otra vez...

— No puedo, todos los años has querido ser como mi hermano y en verdad no lo comprendo, hace un año ofendiste a mi madre ¿Lo recuerdas? Después del partido.

— Debo matar a Dumbledore. – soltó el chico, haciendo que la Potter se detuviera y jalara de la túnica a Malfoy entrando ambos a un aula.

— ¿Qué has dicho?

— Y soy un mortifago, pero solo te pido que me ayudes, si lamento haber ofendido a tu madre, pero jamás te dije nada a ti.

— Solo hazlo. – soltó la chica haciendo que esté no se sintiera convencido pues no le parecía lo correcto. — Dumbledore lo sabe, y estoy segura de que tiene un plan, trata de demorarte, no creo que quieras matar a alguien antes de terminar el colegio.

— ¿Esa es tu ayuda?

— Es lo que querías, no puedo decirte más de lo que ya se, tu sabes más sobre los mortifagos y no me lo dirás. Escucha ya es noche, deberías irte.

Todos abrieron mucho los ojos, Malfoy...Alyssa ya lo sabía desde antes. Y Harry no pudo evitar ponerse de mal humor al saber que su hermana pudo evitar que Draco matará a Dumbledore.

— ¡No, ellos le pertenecen al señor tenebroso! – sin embargo yo seguía atacandola y ella a mí, Dumbledore estaba muerto y ella no hacía más que celebrar.

— ¡¿Me estás atacando pequeña?! Veo que tienes las agallas de tu padre.

— ¡El no es mi padre! – grito débilmente la chica, aún no paraba de recordar el rostro de Dumbledore.

Snape había dejado de atacar a el chico pues debía defender a aquella chica, pero no solo eso, había alguien más a la defensa de Potter, haciendo que el de ojos negros se sorprendiera.

James Potter estaba delante de él, pero al parecer este no quería hacer más que defender a aquellos críos y no pelear por estúpidas peleas de adolescentes.

— ¡Si lo eres! ¡Y lo sabes muy al fondo!

— ¡Alyssa!– grito desgarradamente el hombre al ver a su hija tomando su costilla pues parecía sangrar.

— Mi padre es James Potter y nadie más. – dijo atacandola, sin percatarse de la presencia de su padre.

— ¡Avada– no termino pues Snape le gritó y está se detuvo

— Te amo cariño.– dijo sonriendo James Potter viendo de frente a su hija.

—  ¡ Avada Kedavra!

— No, no, no...– comenzó a sollozar cayendo al suelo teniendo en sus brazos a su padre. — ¡Papá! ¡Papá!– la garganta se le desgarraba, mirando al hombre al que tanto se parecía . — No, no, no ¡No!

Comenzó a llorar no podía ni siquiera hablar por el llanto, su sonrisa seguía en sus labios y aquel brillo en los ojos por muy extraño que fuera ahí estaba.

Ni siquiera hizo por irse a buscar a aquella bruja para matarla, solo quería a su padre ahí, había planeado lo que harían en cuanto ella terminara el colegio.