Época de cambios [Dream SMP]

Admiración [2/2]

Tw: Manipulación emocional, estrupo, acoso sexual, intento de...

El rubio se removió entre quejidos a la par que se cubría el rostro con las mantas, se quedo muy quieto para así descansar un poco antes de que le arrastraran hasta el comedor en contra de su voluntad, pero para su sorpresa, eso nunca ocurrió. Estiró su mano para alcanzar su comunicador y corroborar la hora pero no había nada que pudiese agarrar, confundido, levantó la cabeza ya que estaba seguro de haberlo dejado allí la noche anterior. No encontró lo que buscaba pero si la sala de estar del mercenario, recordando de esta manera donde se encontraba y como había llegado hasta allí.

Tras un bostezo se puso de pie y aún algo adormilado caminó hasta la cocina donde Punz se encontraba preparado el desayuno, aquel silencio y tranquilidad era el antónimo del no parar de Las Nevadas y Purpled agradecía mucho este cambio de aire. Se sentó a la mesa y el mayor no tardó en llegar a su lado con una taza de café en una mano y un plato de huevos revueltos en la otra.

—¿Qué tal dormiste chico?— ¿Sin pelos, baba o gritos a media noche? Cómo un bebé.

—Bien—Respondió breve, con una pequeña sonrisa en el rostro.

Entonces un sonido les interrumpió, era una notificación. Punz rodó los ojos con hastío y de su bolsillo sacó el comunicador del menor, allí estaba la respuesta de porque había desaparecido.

—Demonios que eres popular, esta cosa a sonado toda la mañana.

Abrió los ojos sorprendido aunque bueno, era de esperarse. Se había ido bastante tarde y jamás llegó a su casa, además, no le había dicho a absolutamente nadie donde se encontraba así que estaba prácticamente desaparecido, pasó una mano por su nuca al sentirse algo culpable al respecto, debía de haberlos preocupado.

—Será mejor que les diga que estoy bien. —Estiró su mano para tomar el comunicador pero Punz alejó el brazo.

El mayor soltó una fuerte carcajada que le hizo fruncir el ceño, extrañado. No sabía de que se estaba riendo pero estaba casi seguro de que aquello era una burla hacia él.

—Ay cosita... ¿De verdad crees que les importa?

—¿...Qué?

—Mira, si te están llamando es para pedirte algo, por favor chico. Eres solo quien hace el trabajo sucio ¿O me equivoco?

Purpled se mordió el labio y desvío la mirada pensando en sus palabras, la verdad era que tenía toda la razón. Era solo otro empleado para Quackity y un simple colega a ojos de los demás, era una relación meramente profesional, un peón cualquiera. Si algo sucedía podían reemplazarlo con sólo chasquear los dedos.

—No iba a escribirle a Quackity. —Le rebatió aunque Punz nunca mencionó ese nombre. —Los chicos de seguro se preguntan donde estoy.

—Oh ¿Esos "amigos" tuyos?