6 -Insolente

2.7K 255 142
                                    

El alguna vez presidente estaba en su sofá, bebiendo una taza de café en lo que Antfrost terminaba de configurar su tobillera electrónica

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El alguna vez presidente estaba en su sofá, bebiendo una taza de café en lo que Antfrost terminaba de configurar su tobillera electrónica. Schlatt tenía arresto domiciliario, por lo que cada cierto tiempo uno de los guardias de la prisión debía ir a asegurarse de que todo estuviera en orden.

Era bastante temprano, Tubbo bajó las escaleras adormilado y fue hasta la cocina a buscar algo de comer, ni siquiera reparó en la presencia de un tercero.

—¡Tubbo! ¿¡Qué te dije sobre arrastrar los pies!?—. lo regaño Schlatt desde la sala.

El cabrito le habría ignorado como usualmente hacía, pero se levantó con el pie izquierdo. Irritado y de muy mal humor el muchacho decidió exteriorizar sus pensamientos.

—Chupame la verga.

Tanto Antfrost como Schlatt se quedaron de piedra ante aquella respuesta, se miraron entre ellos y luego regresaron sus ojos al adolecente quien tranquilamente se servía un tazón de cereal.

—¿Que fue lo que dijiste?—. Preguntó con lentitud, dándole la oportunidad de retractarse.

—Que. Me. Chupes. La. Verga. ¿Eres sordo anciano?

—Tubbo te lo advierto, me estoy enfadando.

—¿Y eso a mi que me importa? Tómate un calmante.

Schlatt se puso de pie furioso, tan rápido que por poco pisa al pobre guardia que solo intentaba hacer su trabajo.

—Se acabó, estas castigado jovencito. Nada de videojuegos, nada de libros y se acabaron las golosinas.

—Pues jugaré con Purpled, iré a la biblioteca de Ranboo y comeré en casa de Tommy ¿Y sabes por qué? Porque yo si puedo salir, a diferencia tuya.

—Oh no lo harás ¿Y sabes por qué? ¡Porque estarás castigado en tu cuarto!

Tubbo le dirigió una mirada desafiante y salió de la casa, Colocándose a exactamente seis pasos de la entrada, sabiendo que su padre no podía abandonar el umbral de la puerta.

—¿Y que vas a hacer? ¿Arrastrarme dentro? Inténtalo, con suerte te meten preso y no debo verte la jeta nunca más.

—¡HEY TU, QUITAME ESTO, TENGO QUE DARLE UNA LECCIÓN A ESA SABANDIJA INSOLENTE!

Antfrost intentó calmarlo y hacerle entender que no tenía permitido hacer lo que pedía, Tubbo sonrió victorioso y se dio la vuelta para irse. Schlatt pensaba en algo con que detener al chico, algo importante para él, un castigo que le doliera.

—¡Si no vuelves en este preciso instante juro... juro que me desharé de todos los panales que tienes en el jardín!

Tubbo giró tan pronto escuchó aquello, totalmente horrorizado ante esa posibilidad.

—¡No puedes hacerlo! ¡Son míos!

—¡Pero están en MI casa, y en esta casa mando YO!

Padre e hijo se gritaban mientras Antfrost solo observaba todo con una sonrisa incómoda, se habría ido hace mucho pero aún no terminaba con su trabajo.

—JODETE, YO HAGO LO QUE QUIERA CON MI VIDA.

—VUELVE AQUÍ PEQUEÑA MIERDA.

Estaban tan enojados que en cierto momento olvidaron como hablar, ahora solo intercambiaban balidos llenos de furia.

Por situaciones como esta Antfrost agradecía cada día el tener un novio tan maravilloso como el suyo, quien le convenció de no tener descendencia.

Época de cambios [Dream SMP] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora