Época de cambios [Dream SMP]

Culpa [1/2]

Tw: Abandono, Alcoholismo, Abuso verbal, Autodesprecio.

—TOMMY ¡¿Por qué rayos me eliminaste?!

—¡Fue tu culpa ponerte en medio del disparo! ¡De no haberte cruzado le hubiera dado a Ranboo!

—También soy de tu equipo grandísimo idiota.

—¿... No estabas en el de Tubbo?

El nombrado estaba a la mitad de un ataque de risa, la imagen de sus amigos matándose entre ellos era demasiado hilarante. Jugaban un juego multijugador y debido a la distribución de los equipos iban ganando 7 - 0, Tommy era increíblemente malo y Ranboo ni siquiera se sabía controles, Purpled quería pegarse un tiro.

—Tengo su bandera, voy de vuelta a la base. —Habló una voz femenina, era Drista quien estaba a punto de ganarles otra partida.

—¡Oh no, no lo harás! ¡Vamos Ranboo cúbreme!

—¡Claro! Pero antes... ¿Con cuál botón se saltaba?

Escuchó un fuerte golpe a través de sus auriculares y logró asumir que era Purpled estrellando su cabeza contra el teclado, aquello le sacó ruidosas carcajadas al equipo rival que acababa de marcar otro punto.

Entonces Tubbo se congeló, su risa se extinguió repentinamente por culpa de un ruido proveniente del exterior, el estruendo de algo haciendose trizas seguido por un grito gutural le puso los pelos de punta. Espantado se quitó los auriculares con el corazón a mil.

—¡¿Papá qué sucedió!?

No recibió respuesta de ningún tipo lo que le alarmó aún más, se levantó de la silla de un salto dejando a sus amigos de lado, quienes no tenían ni la menor idea de lo que sucedía en el hogar del cabrito.

Tubbo corrió escaleras abajo y se quedó paralizado debido a lo que sus ojos veían. la sala estaba hecha un desastre con botellas vacías tiradas por todos lados y manchas de vino en la alfombra, el lugar apestaba debido a que había vómito en el fregadero, pero nada de eso era anormal en aquella casa.

Lo que realmente le hizo entrar en pánico fue el enorme charco de sangre fresca en el suelo.

Manchas carmín creaban un espantoso camino hacia la cocina que no tenía nada que envidiarle a las más grotescas peliculas de terror, aterrado siguió el fluido rojo encontrándose con una desagradable escena. En una esquina se encontraba el hombre que le dio la vida alcoholizado como de costumbre, tenía la mano completamente ensangrentada aún con afilados vidrios incrustados en su carne, los cortes eran profundos y sangraban a borbotones, era posible que hubiesen perforado alguna vena.

—¡PAPÁ! ¿¡Estás bien!? —Corrió hacia él tomando su mano, buscando desesperadamente una manera de detener el sangrado.

—DÉJAME MIERDA. —Schlatt apartó su mano de un tirón haciendo que el menor retrocediera del susto. —Estoy bien joder, vete a tu puto cuarto o lo que sea.