Época de cambios [Dream SMP]

7 -Tienda de campaña

Tommy bostezó y se sentó en la cama, miró el reloj y lanzó varias maldiciones al aire, había quedado con Tubbo Y Ranboo y ya casi era la hora. Una amiga de este último llegaría aquel día e irían a recibirla, Tommy esperaba a que fuera una chica hermosa.

No debía perder el tiempo ya que llegarían en cualquier momento. Corrió a su armario y agarró  la mejor ropa que tenía. No se molestó en ducharse ya que no le quedaba tiempo, simplemente se lavó la cara, se vistió, y bajó dando saltos las escaleras mientras se colocaba las zapatillas

Sus hermanos ya estaban despiertos, estos le saludaron y siguieron con sus cosas, Tommy tomó un peine y comenzó a arreglar su cabello. De pronto Technoblade comenzó a reír, de la completa nada y sin explicación, eso no se veía todos los días.

—¿Y a ti que mosco te picó?

—Wilbur... mira a Tommy por favor—. dijo suavemente el hibrido.

El nombrado dirigió su mirada al rubio, bien vestido y arreglado. Abrió los ojos y comenzó a reír de manera escandalosa, sus carcajadas resonaron por toda la casa.

—U-Un saludo capitán—. Con la voz temblorosa por las risas saludó llevando una mano a su frente, El piglin le imitó y ambos volvieron a echarse a reír. Techno golpeó varias veces la mesa aguantando las carcajadas.

—¿¡Saludar?! ¡¿De que carajo se ríen?!

—¡E-Es que tu estas muy empeñado en darnos los buenos días!

-—Se te nota emocionado.

Wilbur sonaba como una puerta rechinando y Techno como un Khazoo desafinado. Philza bajo bostezando debido a que las risas le habían despertado, Tommy estaba cada vez más furioso y se dirigió hacia su padre ya completamente harto.

—PHIL, TUS HIJOS MENOS GUAPOS SE ESTAN RIENDO DE MI SIN RAZÓN.

—¿Ahora que paso?

Philza giró hacia sus hijos quienes se rieron aun más fuerte al ver la cara de confusión de su padre.

—P-Papá, dile al gremlin que no puede salir así... AJAJA.

—¡¿Por qué no?! ¡Me veo super pog!

Philza se talló los ojos y observó a Tommy de arriba a abajo, fue entonces que se percató de algo y dejó escapar una risilla ahogada. Con un pequeño gesto le indicó a su hijo que bajase la mirada y así lo hizo.

Su rostro se coloreo al instante, rápidamente busco algo con que cubrirse agarrando su chaqueta y poniéndola delante de su entrepierna. Su cara ardía de vergüenza y cólera.

—¡¿POR QUE NO ME DIJIERON?! VAYANSE A LA MIERDA.

Tommy corrió escaleras arriba a arreglar su "problemita" antes de que sus amigos llegarán, a la par que sus hermanos mayores perdían un pulmón en el piso inferior.