Época de cambios [Dream SMP]

18 -Mordidas

Ranboo entró en la base del sindicato luego de pasar toda una tarde con sus amigos. Se dirigía a su cuarto cuando escuchó un ruido en la sala de reuniones, intrigado, se asomó un poco logrando ver a sus compañeros sentados a la mesa con una silla libre frente a ellos, estaban esperándole.

"No otra vez" fue todo lo que pudo pensar, se quitó los zapatos y caminó de puntillas intentando escapar de la confrontación.

-Ranboo. -La voz de Technoblade hizo que se paralizara en su lugar. -Buen intento pies liegeros, ven aquí.

Bufó y fue a la sala de reuniones mientras pensaba ¿Qué fue lo que hizo? O más bien ¿Qué habían descubierto? Estaba la vez que se comió las entregas de Nikki. O esa ocasión donde entró a los perros de Techno luego de ir al río, la sala aún apestaba a perro mojado. También podía ser el hecho de que les da raciones extra de semillas a los cuervos de Phil para que engorden, vuelen menos, y no puedan andar de chismosos.

-¿Hice algo malo...?

-No, pero tenemos que hablar sobre tu pequeño "Problema". -Habló Philza de manera calmada.

-¿Problema? Yo no tengo ningún problema.

Los tres se pusieron de pie y comenzaron a guiarlo por la base. Todos los lápices estaban mordidos, los libros tenían marcas de dientes en las esquinas, mangos de espadas abollados, tapas de botellas maltrechas, cables roídos, los-

Okay, si había mordido muchas cosas pero no lo hacía de manera consciente, sus colmillos le molestaban al estar en constante crecimiento y solía limar estos sin siquiera darse cuenta. Aunque aquello era una vil excusa, su personalidad nerviosa era la principal causa de este mal hábito.

-No es para tanto... -Los detuvo tratando de negar aquello.

Technoblade levantó una ceja y se quitó los lentes de lectura. Las varillas estaban repletas de mordiscos debido a que se los había prestado hace un par de días. Ranboo bajó la cabeza al sentirse regañado.

-Esta bien, si ¡Pero si no lo hago terminaré por-...! -Se mordió la lengua y desvío la mirada.

Los tres le miraron comprensivamente y el pelirosa se acercó a él, tomando su mano con suavidad y observando sus garras rotas y sus dedos lastimados. Los mordía por culpa de la ansiedad.

-No te avergüences de ello chico. -Dijo el piglin buscando calmarle. -No es algo que puedas controlar.

-Así es, pero tampoco puedes seguir masticando cosas, dañaras tus dientes. Es por eso que Techno y yo te compramos... -Nikki sonrió y le enseñó un...

-No, NO ¡De ninguna manera! ¡¿Por qué compraron eso?! -Incrédulo observó el juguete para perros que la chica le enseñaba.

-Era eso o un mordedor para bebés, esto nos pareció más digno.-Argumentó Techno y Nikki asintió.

Ranboo no podía creerlo, enfadado chasqueo los dedos haciendo desaparecer el juguete. Philza estalló en carcajadas, había dejado a esos dos ir a comparar solos para ver con que ocurrencia salían esta vez. Una vez se calmó caminó hasta un cofre cercano, rebuscando en su interior hasta encontrar una caja que luego entregó al ofendido enderman, esta estaba repleta de chicles sin azúcar.

-Lleva esta tu casa aquí ya dejamos una. Cada vez que tengas ese impuso por hincarle los dientes a algo, come un chicle en su lugar.

-¿Crees que funcionará?

-100% seguro, calmará esas ansias sin hacerte daño.

-Bueno... puedo probarlo. -Respondió con una pequeña sonrisa.

Su cola se movía de un lado a otro, mucho más tranquilo que antes. Esperaba que el consejo de Philza realmente sirviera, a veces le impresionaba lo atentos que podían llegar a ser esos tres cuando ni siquiera eran familia, estaba muy agradecido por eso.

-Y de lo otro que queríamos hablarte es... bueno. -Nikki le enseñó su hoddie rosa, empapado de saliva.

-N-NO LO CONTROLO ¡¿OKAY?! -Chilló Ranboo hecho un farol, se le quebró la voz de la vergüenza.

Le estaban saliendo los colmillos del juicio y saliveaba como loco, pero no quería dar más explicaciones ese día. Se teletransportó lejos de allí mientras los tres adultos se reían de la reacción del adolescente.