Época de cambios [Dream SMP]

14 -No en mi guardia

Ranboo y Tubbo estaban acurrucados en la cama del castaño simplemente disfrutando de la compañía del otro. Ahora que eran pareja solían pasar mucho tiempo juntos.

—¿Las alturas tampoco te dan miedo? ¿No te asustan ni un poquito?

—Ranboo soy una cabra, estoy hecho para la altura. Cuando aprendí a mantenerme de pie trepaba por las paredes de la casa y jugaba en el tejado.

—Oh, no había pensado en eso...

—Tranquilo se que es difícil, allí arriba no les llega mucho oxígeno a tus neuronas—. Tubbo soltó una risilla al ver la indignación en el rostro de su novio.

—Suficiente. Te lo ganaste.

Ranboo se abalanzó sobre el más bajo y lo sorprendió con un ataque de cosquillas, Tubbo se carcajeaba como loco rogando por piedad. Luego de varios minutos de tortura Ranboo finalmente lo dejó ir entre risas.

Al apartarse ambos tenían la cara roja, el cabello revuelto y la respiración acelerada. Se observaron en completo silencio durante unos segundos mientras sus sonrisas desaparecían. Tubbo tomó la nuca del más alto y unió sus labios, el beso comenzó lento pero pronto fue subiendo de intensidad más y más, no se apartaron hasta que se les fue el aire.

Se separaron y volvieron a mirarse, esta vez con un brillo extraño en sus ojos. Se besaron nuevamente con esta misma intensidad. Ya apenas si había espacio entre beso y beso, estos eran intensos, desesperados, asfixiantes. En su pequeña pausa para respirar Ranboo sonrío nervioso, Tubbo le imitó y entonces....

Algo golpeó a fuerza a Ranboo tumbandolo de la cama al suelo y sacandole un sonoro quejido de dolor. Frente a ellos Schlatt empuñaba una escoba a modo de arma.

—QUITALE TUS SUCIAS GARRAS A MI NIÑO.

—¡P-Pero señor Schlatt...!

—LARGO DE AQUÍ BESTIA, SHOO SHOO.

Schlatt volvió a arremeter contra el chico pero Ranboo logró teletransportarse a tiempo. El hombre comenzó a perseguir al enderman mientras Tubbo corría tras de ellos.

—¿¡Qué haces!? ¡Déjalo tranquilo!

Su padre no le hizo caso, y siguió correteando al muchacho por la casa hasta que este se teletransportó fuera. Ranboo les observaba confundido debido a que Schlatt ya lo había aceptado como yerno hace tiempo, Tubbo tampoco entendía así que solo le hizo una seña por la ventana para que se fuera y no recibiera más golpes.

Schlatt abrió la puerta y se asomó para asegurarse de que se hubiese ido, luego de eso se giró encontrando a un cabrito que hervía de la rabia.

—¿¡Qué diablos te sucede!? ¿¡Por qué rayos hiciste eso?

El hombre suspiró para luego dejar la escoba apoyada contra la pared, se agachó hasta quedar a la altura de su hijo y suavemente colocó una mano sobre su hombro antes de dirigirse a él.

—Tubbo... aún eres muy pequeño para hacer cochinadas.

Tubbo parpadeó unos segundos sin entender a lo que se refería, su rostro se encendió como una linterna tan pronto lo comprendió.

—¡No! ¡No estábamos haciendo nada de eso!—. Se defendió el menor.

Schlatt le observó con una ceja levantada, puso sus brazos en jarra y comenzó a reír mientras negaba con la cabeza.

—Ay hijo mío, yo también tuve tu edad y conozco ESA miradita de "Voy a empotrarte contra la pared".

—PAPÁ, ESO NO-

—O puede ser de "Empotrame contra la pared" tranquilo hijo, yo no juzgo eso. 

La cara de Tubbo jamas había estado de aquel tono de carmín, se cubrió el rostro con ambas manos por toda la situación. Luego le escribirá a Ranboo para disculparse por su exagerado y sobre protector padre, aunque de ninguna forma le diría lo que Schlatt pensaba, eso sería demasiado embarazoso.

—Me lo agradecerás algun día.

—¿Agradecerte que?—. Preguntó apartando un poco los dedos para poder mirarle.

—Que no los deje darse como cajón que no cierra.

—PAPÁ.