11 -Vicios

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—Slime

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—Slime. —Quackity lo detuvo antes de que saliera. —Ven un momento.

Charlie obedeció con una sonrisa, un vistazo rápido en su piel viscosa fue suficiente para encontrar hojas, ramas y varias fichas de casino, sus ojos se detuvieron en un objeto pequeño de reluciente metal, lo despegó y sus labios se curvaron en una mueca.

—¿De donde sacaste esto?

—Creo que es de cuando dormí en la papelera de Purpled del Ufo.

Quackity lo miró algo asqueado y luego volvió a mirar el objeto con el ceño fruncido. Era una tapa de cerveza y no era la única adherida al slime.

El alcohol estaba sumamente restringido en Las Nevadas y muy pocos lugares podían servirlo, la venta a menores estaba prohibida y esa marca de cerveza ni siquiera estaba autorizada.

El chico estaba en problemas.

Quackity permitió a Slime irse y salió de su oficina para ir a las habitaciones. Al los turnos en el casino ser tan exigentes los empleados usaban gran parte de su descanso en viajar a sus casas, para ser un poco más humano Quackity habilitó dos habitaciones donde pudieran dormir durante la semana.

No se molestó en golpear y simplemente abrió la puerta, Purpled estaba sentado de piernas cruzadas en la tecera cama, con su fiel consola portátil en una mano y una cerveza a medio beber en la otra.

—Purpled.— Habló firme Quackity. El rubio le miró extrañado ya que jamás se pasaba por las habitaciones.

—Me quedan tres horas de descanso. ¿Que quieres?

—¿Que es eso?— Como siempre, Quackity ignoró lo que Purpled dijo quien solo bufó ante esto.

—Cerveza.

Quackity abrió la boca furioso, dispuesto a putearlo. No esperaba que el chico ya estuviera preparado para aquella situación.

—Estoy bebiendo fuera del horario de trabajo, así que no estoy incumpliendo tus normas.

—Pero..!

—Y antes de que empieces. Las compro en Snowchester y las traigo solo para consumo personal.

Quackity chasqueo la lengua al darse cuenta que el chico se había estudiado los vacíos legales.

Caminó hasta él y se sentó en la cama a su lado, procesando sus pensamientos. Hasta aquel momento no tenía ni idea de que el adolecente bebía, no sabía desde cuándo ni con qué frecuencia, pero sin duda era demasiado joven para hacerlo.

—Te hará daño...— Trató de abogar Quackity, de verdad odiaba el alcohol, sacaba lo peor de las personas.

—Como si yo te importará —Murmuró el muchacho antes de darle otro sorbo a la botella. —Tampoco es como que sea un alcohólico... 

—Te puede formar un mal hábito.

—¿Enserió? ¿Tú me vas a venir a hablar de malos hábitos?

Estaba molesto y Quackity lo notó. No se había molestado de que le confrontara por la cerveza pero si se mostró disgustado tan pronto mencionó aquello.

—¿Te refieres a que fumo?

—Es un mal hábito. Odio a los fumadores.

—Oye, es mucho mejor que estar alcoholizado.

—Sudas con olor a humo, tienes el aliento de una vaca muerta, jodes tus pulmones y los de todos al rededor y no me hagas empezar con las putas colillas ¿Cómo es eso mejor?

Jamás había visto al chico tan alterado, se veía tranquilo a primeras pero apretaba los puños de la rabia, el tema le afectaba. Quackity lo miró con los ojos bien abiertos pero no le dijo nada, comprendía esa frustración ya que él sentía algo similar con el alcohol. Pero no dejaba de preguntarse en que situación un niño podría haberle agarrado tanta manía. Ahora comprendía por que rodaba los ojos cada que sacaba un cigarro.

Debía ser un adulto responsable por una vez y encontrar una solución racional al problema.

—Entonces te molesta.

—Si.

—Hagamos un trato —Dijo Quackity llamando la atención del menor. —No volveré a fumar... a cambio de que dejes la bebida ¿Qué dices?

—No aguantaras una semana, eres adicto.

—¡Oh vamos! Soy el dueño de mi vida y  te lo demostraré mocoso, no volveré a fumar jamás. Te lo juro por la virgencita.

Purpled se lo pensó varios segundos. Bajó su mirada a su cerveza a medio terminar, jugó un poco con el contenido y luego levantó la cabeza hacia el pelinegro.

—Trato.

Época de cambios [Dream SMP] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora