━ ❨ 𝐀𝐆𝐀𝐈𝐍 ❩ | tenyang

ᴏ ɴ ᴄ ᴇ

Kun estaba usando toda fuerza escondida en su interior para no mirar a Sicheng  y gritarle «¡te lo dije!» en el rostro, en frente de todo el hospital, pero era difícil ya que él realmente se lo había dicho. Él había advertido que Ten no estaba tan bien como parecía, más no podía decir nada ya que él tampoco había hecho nada al respecto. Simplemente lo notó. Quizás, si él hubiera dicho algo, si hubiera intervenido, Ten no estaría internado en una sala de hospital en ese momento. 

XiaoJun lo obligó a salir de sus pensamientos cuando le pidió que lo acompañara a buscar café para todos. Kun asintió, sería mejor que despejara su cabeza por un momento. Ambos se levantaron y fueron en busca de la máquina más cercana, dejando a Sicheng con HenDery, quien esperaba a que su madre llegara. 

―¿Qué crees que pasó? ―preguntó Hendery, no soportando más el silencio que llenaba el pasillo―. ¿N-No crees que él... que él h-haya-

―¡Hendery! ―lo interrumpió su madre, quien corría como nunca en su vida, ganándose malas miradas de las enfermeras. 

Sicheng, por otro lado, agradeció que HenDery no haya terminado esa oración, pues no quería ni pensar en eso. Necesitaba pensar que nada grave le había pasado a Ten, que se había desmayado por mala alimentación o algo parecido, algo de lo que pudiera recuperarse. No quería pensar en la posibilidad de que él haya intentado hacer nada. No podía ni siquiera formular las palabras en su cabeza. 

No. Eso no había pasado, así que no tenía sentido pensar en eso. 

Trató de tragar sus lágrimas cuando la señora Wong finalmente llegó a ellos y, después de abrazar a su hijo, se dirigió a abrazarlo a él también. Hacía mucho tiempo que no veía a la señora Wong, desde el funeral para ser exacto. Esperaba no tener que verla únicamente en momentos trágicos. 

―¿Saben algo? ¿Ya ha salido alguien? 

―No. Aún estamos esperando noticias ―respondió Sicheng, su rostro serio. Sus piernas se movían de arriba a abajo aunque él estuviera tratando de calmar sus nervios. Odiaba que le hicieran preguntas cuando estaba nervioso, pero no podía culpar a nadie. Todos estaban igual de nerviosos que él. 

La señora Wong asintió, entendiendo que el chico no estaba de ánimos para hablar. Ella se reservó a tomar asiento al lado suyo y tomar su mano, dándole un apretón, en esperanzas de que ayudara a calmarlo. 

Para cuando XiaoJun y Kun volvieron, la doctora acababa de salir de la habitación frente a la que todos estaban sentados. Una ráfaga de preguntas salieron de todos los presentes, sin dar tiempo a la mujer de respirar antes de comentarles el diagnóstico de Ten. 

―Por favor, entiendo sus nervios en esta situación, pero déjenme hablar ―pidió amablemente la doctora, sonriéndoles a todos. Había algo en su rostro que los tranquilizó visiblemente, finalmente dándole el espacio para hablar―. Le hicimos varios estudios y aún estamos esperando algunos de los resultados, pero ya podemos dar un diagnóstico aproximado. El paciente se desmayó, posiblemente por una baja de presión. El análisis de sangre muestra que no está bien alimentado; junto con los detalles que me comentaron sobre la reciente pérdida de un ser querido, todo eso debió haber influído en que el desmayo durará más de lo normal.