━ ❨ 𝐀𝐆𝐀𝐈𝐍 ❩ | tenyang

ᴛ ʀ ᴇ ᴄ ᴇ

Ten se había ausentado un total de dos semanas a su trabajo después de haber sido internado en el hospital. Dos semanas en las que estuvo todo el tiempo acompañado, ya sea por alguno o todos de sus amigos o la señora Wong. No pasó más de un minuto solo durante todo ese tiempo y realmente lo agradecia porque no le dejaban tiempo libre para adentrarse en sus pensamientos y, por ende, deprimirse. Aunque no pudo evitar deprimirse un poco el día que fueron al cementerio.

Después de su pequeña descarga emocional en la calle post-encuentro con YangYang, no dijo nada más hasta que estuvieron en frente de la lápida. Incluso estando allí, no habló tanto con Lisa como la primera vez que había ido. Simplemente, no tenía ganas de hablar, pero al llegar a su casa se sintió inmensamente culpable por no haber aprovechado esa oportunidad con ella. Sus amigos trataron de animarlo, recordándole que podía visitar a Lisa siempre que quisiera, lo cual funcionó en parte.

Ya había pasado una semana de eso. Era domingo a la noche y al día siguiente Ten volvería a trabajar. Se encontraban los cinco chicos (HenDery incluído) en la sala de Ten, mirando una película cuando el dueño de casa interrumpió el silencio que se había formado.

―Creo que debería disculparme con YangYang ... ¿no?

Todos se tomaron unos segundos para entender a qué se refería, ya que no habían siquiera mencionado a YangYang desde ese día. HenDery ni siquiera sabía de qué estaba hablando. XiaoJun le hizo gestos dándole a entender que después le contaría.

―Creo que es una buena idea ―respondió Kim después de un momento. El resto de los chicos asintió, estando de acuerdo, incluso HenDery aunque no entendiera nada.

Ten exhaló profundamente. Por más que quisiera, no podía dejar de pensar en YangYang . Mejor dicho, en lo mal que se sentía por tratarlo mal. Ya demasiadas personas lo habían señalado como para seguir ignorándolo, y él reconocía que el pobre chico no tenía la culpa de recordarle a Lisa, ya que ni siquiera sabía quién era ni lo que significaba para Ten.

―La semana que viene es su cumpleaños ―informó SiCheng―. Creo que si te disculpas antes de eso, hay chances de que te invite también y, por cordialidad, al resto de ustedes. De esa manera no estaré rodeado de desconocidos.

Todos rieron al ver el golpe que le dio Kun a SiCheng cuando terminó de hablar, aunque todos sabían que el chico lo decía en broma. Pero no se equivocaba y Ten no creía que fuera una mala idea.

―Supongo que puedo hacer eso ―reflexionó Ten, jugando con la manta que cubría sus piernas―. No quisiera que te aburras en su fiesta de cumpleaños ―agregó y sonrió irónicamente a SiCheng.