Si había sido difícil pasar diez días sin Annabeth cuando en el verano pasado ella se había ido a una misión, meses sin su pseudo-hermana habían sido un verdadero calvario. Draco no sabía lo que era la vida sin Annabeth, literalmente. Ella había estado presente en la gran mayoría de sus recuerdos desde que tenía memoria, pues aparentemente cuando llegó al campamento se negaba a despegarse de su lado. Annabeth nunca le dijo por qué no se alejó de un bebé de dos años por meses, pero Draco en el fondo sabía que la razón era, de algún modo, el vínculo que ella había tenido con Thalia, una hermana del rubio que nunca llegó a conocer pues se convirtió en pino. Meses evolucionaron en años y eso provocó que Annabeth gane el título de "pseudo-hermana". En fin, que un capricho infantil estaba causando que se sienta triste y solitario, y realmente no ayudaba el hecho de que tampoco había venido a visitarlo en su receso de primavera (le había mandado una carta desde Virginia diciéndole que quería pasar las Pascuas con su padre o algo así, como si a Draco le importase) (está bien, tal vez sí le importaba un poquito) (un poquito mucho). Afortunadamente, Draco todavía contaba con la compañía de sus hermanos honorarios en la Cabaña 10 (y Michael Yew, quien solía curar sus heridas cuando se lastimaba entrenando con Ouroboros y no tenía ganas de hacerlo él mismo), lo que lo llevaba a su situación actual:
El desfile de modas de primavera de la Cabaña 10.
Internamente le agradeció a su madre por poner ropa para todas las estaciones en el baúl con el que vino, y ropa tan bonita y elegante, además. A simple vista podía observar que las telas eran caras, muy caras, y a pesar de que nadie en la Cabaña 10 reconozca los nombres de las marcas en las etiquetas, sabían que pertenecían a la crème de la crème de la moda londinense. Ese baúl de los misterios siempre hizo que Draco se pregunte qué tipo de vida tenía antes de venir al campamento.
De todos modos, Draco se encontraba esperando su turno para desfilar en la pasarela, vestido con una camisa de poeta de seda con flores doradas bordadas, unos shorts de lino color naranja, y mocasines de cuero blancos. La camisa la había confeccionado él con la ayuda de la máquina de coser que le habían regalado por su cumpleaños el año pasado, y estaba bastante orgulloso de su nueva creación. Delante suyo podía escuchar cómo Drew Tanaka le explicaba la tradición de los desfiles a Lou Ellen, una recién llegada, que le había gustado la idea cuando habían anunciado el desfile en el almuerzo del día anterior y decidió participar.
—... pero este no es el único desfile que tenemos al año, tienes suerte de haber llegado a tiempo para el de primavera, sino tendrías que haber esperado hasta el Gran Desfile que hacemos en verano —escuchó a Drew decir—. También tenemos uno en invierno, que es similar a este, pero en verano hay más campistas así que tenemos más atuendos para lucir.
—Ohh, entonces sólo hay tres al año, pero el Gran Desfile se hace en verano, entendido —dijo Lou Ellen. Draco no se sorprendió cuando Silena anunció que la dejarían participar, pues siempre dejaban que los no reconocidos se sumen si así deseaban. Draco era la excepción a la regla, pues era prácticamente un miembro más de la cabaña 10 (o hermano honorario, como algunos gustaban llamarle) gracias a que cuando llegó fueron los encargados de criarlo y enseñarle francés (tarea que meses después se les dificultó porque una cierta hija de Atenea no se despegaba del niño).
—Oh, también tenemos desfiles express en nuestra cabaña cada dos semanas, pero esos son exclusivos para nosotros y Dray —explicó y señaló a Draco que estaba detrás suyo. Compartieron un breve saludo—. ¡Ah, ya me toca! Nos vemos —se despidió y atravesó las cortinas rojas de terciopelo que habían puesto en medio del anfiteatro para la ocasión especial.
—Creo que este será mi primer y último desfile —dijo de la nada Lou Ellen dirigiendo su mirada hacia Draco.
—¿Por qué dices eso? —preguntó. ¿Será que no le había gustado la experiencia? ¡Pero si era una pasada! No entendía las palabras de la nueva campista.
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OUROBOROS
FanfictionDraco Black y la venganza de Lamia. La vida de Draco B. Black nunca fue ideal. Podía lidiar con el hecho de ser el hijo prohibido de un dios y una bruja, ¿pero ser el protagonista de una de las mayores profecías de todos los tiempos en donde deberí...