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Subimos dos pisos por escalera hasta llegar donde cuatro hombres armados hablaban entretenidamente. Al vernos callaron y se enderezaron.

James elevó sus brazos mostrando sus manos vacías - Vengo a recoger un dinero por parte de Elliot.

Mi corazón latía más rápido de lo que normalmente lo hacía y mis manos sudaban.

Los hombres luego de examinarlo, pasaron su mirada a mí. James al notarlo se adelantó - Viene conmigo - Dijo señalándome con la cabeza.

Uno de los hombres se dio la vuelta, tocó la puerta y esperó a que otro, también armado, la abra y examine la situación; le susurró algo y todos los demás se separaron para darnos paso.

Sin despegar mi mirada de la nuca de James, lo seguí hasta ingresar a la "casa" . Sí, digo "casa" ya que no podía considerar casa a un mono ambiente que poseía un cuarto con dos sillones, un escritorio y otro sillón detrás de él, y otro cuarto que a simple vista pude notar, debido a que la puerta estaba arrimada, con cajas apiladas, papeles tirados y botellas desparramadas por el suelo.

El hombre que ocupaba el sillón detrás del escritorio levantó la vistas y nos miró a ambos - ¿Dices que Elliot te envió?

James sólo asintió.

- Elliot no mencionó nada - Dijo el hombre y mi compañero sólo alzó sus hombros.

- Quiero hablar en privado - Me dijo James mirándome.

Fruncí el ceño y luego comprendí de qué se trataba. "El momento más oportuno".

El hombre con una seña de cabeza echó a los demás del cuarto pero no los seguí, me hice a un lado y fui en dirección a la otra habitación. Con el corazón en la garganta tomé el picaporte de la puerta y lentamente comencé a abrirla, esperando que no hubiese nadie dentro.

Cuando tomé coraje y asomé la cabeza, pude divisar a un hombre durmiendo cómodamente en un sillón con una cerveza en la mano. Tragué saliva y entré a la habitación lo más sigilosamente posible. Cerré la puerta con cuidado y luego me acerqué a las cajas para, sin hacer ruido, comenzar a analizar lo que poseían dentro.

La mayoría sólo contenían otros pedazos de cartón, en otras pude encontrar papeles insignificantes hasta que finalmente, en dos cajas apartadas de las demás logré identificar unas bolsas llenas de droga. Tomé una de las bolsas y la metí en mi mochila, después de tomar la bolsita pude ver que debajo habían otros papeles escondidos; retiré las bolsas y tomé los papeles en la mano para echarles un vistazo.

"Ingresos" "Depósitos"

Reí. "Que narcotraficante tan organizado"

Revisé los papeles tirados en el piso pero ninguno era de mi interés. Guardé todo en mi mochila y me largué de la habitación sin ser vista por el hombre.

Al salir de allí volví a la principal y vi cómo el hombre le entregaba un sobre a James. Éste último me miró y asentí con la cabeza.

Luego de largarnos de allí, bajamos las dos escaleras corriendo hasta llegar a donde había dejado su motocicleta. 

- ¿Has conseguido algo? - Preguntó.

- Droga, papeles - Dije y asintió para subirse a la moto.

Fuimos a dos lugares más en donde no pude conseguir nada significante y luego fuimos al último que debíamos ir esa noche.

Ya siendo las tres y media de la madrugada nos encontrábamos frente a una pequeña casa de madera blanca y techo negro.

- Espera, esta vez hablo enserio, dame el arma - Dijo y negué con la cabeza.

Crossed.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora