Crossed.

30

- Escúchame atentamente. Necesito un gran favor, prometo recompensarlo, lo que sea, por favor - Rogó nervioso.

- Ya, tranquilo - Dije enderezándome - Dime qué necesitas - Contesté preocupada.

- Dime, por favor, que aún conservas el número de Carter.

- Eh... - Titubeé - Sí, creo que lo tengo por alguna parte. Dame unos segundos - Dije agarrando mi bolso de mano.

- Por favor, date prisa, no tengo mucho tiempo - Me apuró.

- James ¿Te encuentras bien? - Pregunté mientras revolvía dentro del mismo.

- Sí, sí, busca el papel.

Luego de unos segundos, di con el papel.

- Aquí está.

Lo escuché suspirar aliviado - Ya, escúchame con mucha atención... - Asentí aunque no podía verme - Llámalo, dile que me encuentro en la 174, él sabrá qué hacer. Por otra parte... Lamento pedirte esto pero eres la única que puede hacerlo y la única que sé que lo hará - Dijo y fruncí mi ceño. Me estaba asustando, qué mierda sucedía ¿Por qué tanto misterio? ¿Qué mierda era la 174? - ¿Sigues ahí?

- Sí, sí, te oigo.

- Necesito que, además, le digas estas exactas palabras: "Pequeña olvidada en la 229 del parque" Él te dirá qué hacer.

- ¿Qué...?

Tartamudeó unos pocos segundos. Si él, la persona más directa y sincera que conocía, no podía decirme qué era lo que necesitaba, no podía ser nada bueno.

- Por favor, no me preguntes, sólo dile que te encargarás de "la pequeña" Él comprenderá perfectamente y te guiará.

Me quedé completamente sin habla.

- Brooklyn, te lo ruego, si no fuera tan importante, no te lo pediría, lo juro.

Suspiré, iba a decir algo más, pero la llamada se cortó. Colgué y luego, apoyé mis codos sobre la mesa con mi cabeza sumergida en mis manos. La levanté, miré el papel. ¿Realmente debía involucrarme en esto? Ni siquiera sabía lo que hacía. Sin embargo confiaba en James, él no me hubiera llamado si no era una urgencia, pero... ¿Por qué yo y no otra persona?

Volví a tomar mi móvil, disqué los números.

Luego de tres tonos, una ronca voz contestó.

- ¿Quién habla?

- ¿Ca... Carter? - Pregunté.

- Sí ¿Quién habla? - Insistió.

- Soy Brooklyn ¿Me recuerdas? La amiga de James, del bar de...

- Brooklyn - Dijo con otro tono de voz - Cómo olvidarte. Sinceramente no creí que fueras a llamarme.

Reí - No es lo que tú crees. James me pidió que te llamase, se lo notaba nervioso y preocupado. No sé dónde está o qué es lo que sucede pero me dijo que te dijera dos cosas.

Aclaró su garganta - Oh, claro, dime.

- Escúchame bien: James se encuentra en la 174 y la pequeña está olvidada en la 229 del parque.

Hubo un raro silencio por unos segundos.

- ¿La pequeña en la 229? - Preguntó.

- No tengo idea, dijo que tú sabrías. También dijo que yo me haría cargo de la pequeña y que tú me indicarías.

Silencio por otros segundos.

- Ya, entiendo que está en la comisaría pero no entiendo...

- ¿¡Qué!? ¿La comisaría? ¿Cómo lo sabes?