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James tomó otro cigarro y lo encendió con mucha paciencia.

- Brooke, he estado tratando de comunicarme contigo hace media hora - Me miro con sus brazos cruzados.

- Buenas noches - Dije irónicamente - Lo siento, no llevo el móvil encima - Dije palmeando mi pantalón.

- ¿Qué hacías en el parque de diversiones?

- ¿Perdona? - Fingí estar confundida.

- Luego hablaremos, vamos, trae tus cosas, te llevaré a tu casa.

Amagué a levantarme, James me tomó del brazo e hizo que me sentara.

- Brooklyn, no seas ridícula - Dijo y me soltó.

Densel rió.

- Brooke, vamos, ya es tarde.

El chico a mi lado, con inusual tranquilidad, siguió fumando su cigarro.

Agradecí, para mis adentros, su comportamiento. No era hora ni lugar para una, bueno, otra discusión.

- Iré a buscar mis cosas - Dije con una de mis manos en el hombro de James.

Sin nada que decir, sólo me miró.

Me di la vuelta - Densel ¿Podrías esperarme en el coche?

Me miró por unos pocos segundos, luego a James. Alzó una ceja y volteó para ingresar al automóvil.

Cuando, después de saludar a Nicholas y a Thomas, me retiré, Densel ya no estaba en la pequeña escalera. El chico seguía fumando.

Me paré frente a él.

- No te enfades, me largo porque debo volver a mi casa, ya es demasiado tarde.

Asintió sin ninguna expresión.

- James...

- No he dicho nada, ve, quédate, has los que quieras, no me importa.

Y una vez más comenzó a ser frío. Desviaba su mirada, contestaba de una manera hiriente y no escuchaba a los demás. No sé si ese era su escudo o por qué razón lo hacia, pero adoptaba esa actitud en reiteradas ocasiones. Para ese entonces, sabia que cualquier cosa que él dijese en ese momento, no sería verdad o por lo menos, parte de ello.

Negué con la cabeza, odiaba cuando se comportaba de esa manera - Te hablaré mañana - Dije y, antes de girarme por completo, recordé el arma - Dejé tu pistola en tu habitación.

Cuando volteé completamente, llamó mi atención.

- Hey - Dijo y miré sobre mi hombro sin darme la vuelta, tenía la pequeña ilusión de que iba a agradecerme o decirme que me hablaría el día siguiente, pero, una vez más, estaba equivocada - No le digas nada.

Miré al frente y seguí mi camino hacia la camioneta.

Ingresé y, antes de haber cerrado la puerta por completo, Densel ya había acelerado. Me puse el cinturón de seguridad y lo miré, en espera de alguna palabra.

- ¿Por qué me miras? - Preguntó con su mirada al frente, luego de un par de segundos.

- No lo sé, tú dime. ¿Por qué estás tan enfadado?

- Me han dicho que te vieron comprando cocaína, luego por EastHood, y, para mi sorpresa, estabas con ese imbécil ¿Cómo quieres que esté tranquilo?

- No era para mí - Dije rápidamente.

- No me importa para quién, pero ¿Qué hacías allí? - Esta vez me miró a los ojos, fugazmente - Con el idiota de Carter, luego con Jesús y James.

Crossed.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora