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- Hola - Dijo Brooklyn desde el otro lado de la línea.

- Brooklyn, lo siento si te he despertado pero es importante - Dije.

- No, está bien, dime qué es.

- En relación al viaje de mañana. De casualidad me encontré con un amigo que mañana viaja para un pueblo cerca del que vamos a ir, así que él... - Me interrumpió.

- Lo siento, dame un segundo - Dijo y hubo silencio por unos segundos.

"Densel, espera" oí. Fruncí mi ceño ¿Acaso había oído mal? ¿Qué carajos hacía con ella? Pegué más mi oreja al teléfono móvil.

"Lo siento" Volví a escuchar su voz, muy leve. Luego un balbuceo del otro idiota. "... Otra vez" Alcancé a entender la última parte. Densel parecía molesto. Sonreí para mis adentros. "Por favor, no te vayas" Nuevamente oí la voz de la chica.

Luego de otro par de segundos regresó.

- Disculpa ¿Qué me decías? - Me sobresalté al escuchar su voz de cerca - ... Ah, sí, eso... Continúa.

- Eh... Sí, te decía que mi amigo puede llevarnos, sin necesidad de comprar boletos.

- Oh, claro. Sí, está bien... - Sus contestaciones eran cortas, como si no quisiese divulgar ningún tipo de información adicional.

- Bueno, entonces le confirmo. Saldremos alrededor de las nueve y media, diez de la noche porque trabaja hasta esa hora y yo también lo hago.

- Perfecto.

- Bueno, sólo eso, nos vemos mañana entonces.

- Claro, adiós - Dijo y colgó. Su voz expresaba cierta preocupación. Maldito Densel.

Guardé el móvil y acabé de reparar el motor del carro para finalmente poder devolvérselo al dueño.

- James - Dijo Mike. Me deslicé por debajo del coche y lo miré acostado en la plancha con ruedas, boca arriba.

- ¿Qué sucede hermano?

Se agachó en cuclillas. Parecía un poco molesto pero a la vez triste. Fruncí mi ceño, me enderecé y me senté sosteniéndome con ambas manos al costado de mi cuerpo.

- Sabes que no es mi estilo pedirte éste tipo de cosas, suelo resolverlas yo mismo pero... Hermano, esta madrugada le han robado a mi madre - Apreté mi mandíbula - y la han golpeado, feo. No puedo dejar pasar esto, yo... - Lo Interrumpí.

- No digas más nada, dime quién fue el hijo de puta, Michael - Me paré.

Rió sin gracia - ¿Tú qué crees?

Apreté aún más mi mandíbula.

- Rey y los demás - Dije entre dientes.

- No podemos presentarnos en la casa como si nada, debemos... - Volví a interrumpir.

- Mike, me importa una mierda, estamos hablando de tu madre. Hoy mismo lo buscaremos en su trabajo. Ese imbécil no se va a salir con la suya. No esta vez.

Asintió - Gracias, te debo una grande.

- No Mike, esto corre por mi cuenta.

Asintió y chocamos puños.

- ¿Tu madre? ¿Dónde se encuentra? ¿Está bien?

- En el hospital. Gracias a Dios son heridas superficiales, de todas formas necesitan controlarla y terminar de hacer unos estudios. Sí tuvieron que hacerle unos puntos en la ceja, pero fue todo. Probablemente mañana ya regrese a casa.

Crossed.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora