Miraculous: ¡Tres son multitud!

Capítulo 12

Nathalie no sé levantó a la mañana siguiente y eso preocupo a las otras Sancoeur, cuando fueron por ella la encontraron durmiendo, así se la paso toda la mañana, ni siquiera se levantó para almorzar, Adrien y las trillizas estaban sumamente preocupados, Nathalie no era una mujer que se manejara de esta manera, siempre fue firme y muy fuerte.

A la tarde Gabriel dejo de diseñar y decidió tomar un descanso, hasta el momento no se había dado cuenta del cambio de actitud de la mujer, ya que pensó que únicamente lo estaba ignorando, cuando se cruzo con su hijo, ahí es cuando descubre todo lo que pasaba, rápidamente fue a ver a su asistente, el también la encontró durmiendo, pero a diferencia de los demás, el se acercó a ella, cuando la vio su corazón se detuvo, su cara estaba toda empapada, rápidamente llevo una de sus manos a su frente y comprobó que su temperatura estaba alta, en medio segundo, usando su móvil, llamo a la doctora que está a cargo de la salud de la familia y decidió el mismo comenzar a tratar de bajarle la temperatura.

Cuando la profesional llegó y reviso a la mujer no encontró evidencia científica para diagnosticarla, solo le recetó unos antifebriles y descansó.

─¿Está segura que no tiene nada doctora Charcot?.

─Nada de nada señor Agreste, está sana, no como las últimas veces.

─¿Que es entonces?.

─Le voy a ser sincera, aveces el cuerpo reacciona a las emociones, conozco muy bien a la señorita Sancoeur, suele sobre esforzarse, estoy segura que su cuerpo le está pasando facturas, le recomiendo que descanse mucho y trate de acompañarla en lo más que pueda, se la admiración que tiene por usted, cualquier discusión o mal trato podría haber causado este cuadro febril.

─Entiendo, gracias.

La mujer se fue, el hombre entro en el cuarto y vio como ya estaba invadido por las hermanas y Adrien, los tres miraban a Nathalie como si se tratara de la bella durmiente que acaba de caer producto de la maldición creada por Maléfica.

─Nathalie siempre tuvo buena salud─ dijo Claudia ─¿Por qué está así, y no despierta?

─Cuando los antifebriles hagan efecto estará como nueva, tranquilas─ menciono el apareciendo desde un costado y tocando su frente ─Será mejor que descanse tranquila, solo debemos procurar que su temperatura no siga elevándose

─Yo me ocupo─ comento Ariel ─Hagamos guardias─ advirtió

Todos accedieron, y rápidamente dejaron la habitación, Ariel se encargó muy bien de su hermana y cada tanto cambiaba los paños fríos que le habían puesto para poder controlar su fiebre, después de un buen rato fue el turno de Claudia, al igual que su hermana cuido muy bien de Nathalie, y fue durante su turno, cuando está abrió los ojos, al principio sintió molestia, la luz le hacía doler mucho los ojos, pero conforme los segundos pasaron, se acostumbro y pudo comenzar a moverse.

─¿Que paso?─ pregunto retirando el pedazo de tela de su frente

─Despertaste con fiebre, según la doctora estás estresada, clínicamente no tienes nada, incluso regaño al señor Agreste por tratarte tan mal─ suspira

─No lo entiendo, mis defensas siempre fueron altas, ¿de verdad un poco de estrés pudo hacer esto?.

─Si, y no sabemos cuánto tiempo tuviste fiebre.

─Me duele todo─ se quejo mientras se movía

─Tranquila, ya todo va a pasar─ toca su frente ─Estas algo tibia

─Pero bien, solo siento dolor─ clava sus codos en el colchón y se levanta, quedando sentada en la cama, con su espalda sobre el respaldo ─Gracias