Capitulo 13.

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Gabriel tomaba café junto a Claudia en el comedor, los dos en absoluto silencio, la mujer, al ser la más responsable de las dos hermanas que estaban sanas, decidió ayudarlo con los asuntos que Nathalie no podría cumplir, asíque digamos que sería su asistente ejecutiva por las horas que su hermana estuviera fuera.

─Tiene una video conferencia en veinte minutos, si no me equivoco con accionistas japoneses─ comento la mujer en tono bajo, luego bebió un poco del contenido de su taza

─Procura que nadie me moleste─ se termina el café ─También te encargo que lleves a Adrien al instituto

─Así lo haré, no se preocupe.

Los dos se levantan y van hacia el atelier, cuando Gabriel comienza con su reunión la mujer abandona el área y se encuentra con el adolescente, después de explicarle todo, ambos se van con destino al François.

Por otro lado Ariel abandonaba la habitación de Nathalie para ir a desayunar, ya que ella todavía dormía plácidamente y está tenía hambre.

Cuando la pelinegra se fue a entretenerse con la comida, la ejecutiva abrió los ojos, a su alrededor no había nadie, por los descuidos de Ariel todavía no se habían percatado que la fiebre le había vuelto a subir; Nathalie se destapa y como puede sale de la cama abre la puerta y camina por el pasillo hasta la escalera, la baja con mucha dificultad, la casa parecía estar vacía, su pecho empezó a doler, su fiebre le estaba nublando el juicio y empezó a creer que todos se habían ido y la dejaron sola allí, sus ojos se empezaron a cristalizar, con la poca fuerza que le quedaba camino hasta el atelier y de sopetón abrió la puerta.

─Gabriel─ dijo con su último aliento

Ojos grises y azules se cruzaron pero la conexión no duró más de medio segundo, ya que la mujer se desvaneció, al diseñador no le importo estar en medio de una conferencia, rápidamente dejó su puesto y con suerte logró abalanzarse sobre ella, sosteniendola antes de que toque el piso, apenas sus manos sintieron su piel, se dio cuenta que esta hervía, su temperatura ahora mismo debía ser muy alta, el hombre rápidamente grito una disculpá, tomó a la mujer en brazos y abandono el lugar.

Ahora Gabriel acomodaba a Nathalie en su cama, el estaba completamente rojo, por este pequeño accidente la pudo ver completamente con su pijama y no pudo evitar pensar cientos de cosas, ella se veía hermosa, era una mujer bellísima con su uniforme de trabajo, asíque ni imagínen vestida fuera de él.

Acto seguido Ariel regresó a la habitación y al ver a Gabriel se sorprendió, se acercó hasta el y tocó su hombro, este brinco.

─¿Dónde demonios estabas?─ la reto ─Por tu culpa Nathalie salió de la cama y se desmayo, ¿no controlaste su temperatura en ningún momento?

─Fui a desayunar, perdón, y no, dormía tan bien que no pensé que podía tener fiebre.

─Por eso se la controla, la fiebre es silenciosa─ suspira ─Ve a traer la bolsa con hielo, esta cerca de los cuarenta grados, has algo bueno por una vez─ se desquito

La mujer traga saliva y se va, rápidamente regresa con lo solicitado y ve como el hombre con sutileza coloca la bolsa de hielo sobre la mujer, en ese momento se nota como ella tiembla y luego abre los ojos.

─Estas aqui─ susurro ─¿Por qué me dejaron?

─No te dejamos, siempre estuvimos aquí─ respondió el ─Ariel tomó un pequeño descanso en un momento inoportuno

─Pensé que te habías ido con ellas─ desvía la mirada ─No necesitas a una enferma como yo

─No digas eso, yo te necesito a ti─ ella lo vuelve a mirar

Miraculous: ¡Tres son multitud!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora