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Jungkook estaba que alucinaba con ese lugar, se quedaría a vivir ahí si pudiera.

La entrada era enorme, daba directamente al salón, los muebles de madera y cuero, todo adornado con colores tierra y negro. Algunos adornos podía jurar eran de oro. Una amplia escalera daba al segundo piso y más al fondo estaba el comedor y un ventanal que daba a la terraza.

Taehyung le dio un recorrido por todo el primer piso, la cocina era abierta por lo que uno podía ver desde la sala lo que había en la cocina, también había una puerta cerca de la terraza que daba al granero, junto al establo. El horizonte se llenaba  de puro verde, el color de los cultivos y árboles.

-quieres ver el establo o el segundo piso?  -Tae le pregunta y Kook apunta con su dedo hacia arriba-

Ambos corren entre risas a las escaleras, los sirvientes a un costado de ellos sonríen abiertamente al verlos. Tae le muestra los diversos cuartos, su antiguo cuarto una escalera al final del pasillo que daba a la casa continua, la cual era donde vivían Chanyeol y su tía, ya que por su Enigma no podían compartir espacios, le mostró el cuarto de piano de su padre y el estudio, donde tenía todo para producir sus canciones y el ático, donde Tae tenía una especie de lugar secreto.

Como un pequeño cuarto, había una cama y un mueble lleno de papeles. Un atril con un lienzo en blanco y el suelo lleno de diario, tarros de pintura y en aerosol. También al final de todo el desastre de cajas, papeles y pinturas había un asiento al lado de la ventana, con una manta.

Jungkook se sentó ahí a mirar el cielo que comenzaba a iluminarse. Al parecer Taehyung y el habían estado jugando y hablando por la casona toda la noche.

Y pudo ver el enorme campo comenzando a mostrarse frente a él.

Tae se acercó en silencio, abriendo la ventana y rodeo a Kook con una manta, abrazándolo por la espalda.

Kook pudo ver que el terreno no tenía fin, podía verse el horizonte entre los cerros y no había más que verde. Pero al final del campo había un gran sauce llorón, rodeado de rosas azules, millones de estas.

-ahí están... -le dice Tae casi leyendo sus pensamientos- ese fue mi modo de dejar algo de ellos conmigo.

-en tu casa también tienes un pequeño rosal de rosas azules...  -dice Kook- pero aquí hay naranjos y manzanos, puedo ver hasta un pequeño huerto de verduras... Antes ibas al supermercado?

-no. Todo venía de aquí.  -Tae sonríe y logra ver el establo siendo abierto por una persona, supo de inmediato quien era- deben de ser las 6:30am.

Jungkook miro su celular y asintió.

-cómo sabes??

-siempre alimenta a los animales a esa hora , aquí todo funciona desde temprano, pequeño...-Tae se apartó- vamos, tengo que presentarte.

Bajaron del ático y del segundo piso, yendo hasta la puerta que daba a los establos, para luego entrar por la trasera, Yeontan ladró en bienvenida sentado en una montaña de heno y dos perros más se les acercan.

-Songie!! Paengie!! -chilla Tae arrodillándose en el suelo y los dos perros se tiran sobre el, ladrando y moviendo sus colas-

-dos perros ambos machos, ambos blancos uno con la cabeza café oscuro y el otro con la cabeza café claro.-

Eran unos Galgos italianos  muy hermosos.

Algo grandes en comparación a la bola de pelos llamada Yeontan.

Ríe viendo a Tae jugar con los perritos , siendo lamido y ensuciado con tierra, pero Kook voltea hacia el establo, viendo a dos caballos venir junto con un hombre.

ENIGMA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora