OSCURO

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Akutagawa cargaba a Tora, el pequeño tigre no había podido continuar. Chuuya llevaba a Higuchi y a Kyouka en sus brazos. Dazai caminaba arrastrando los pies – se acerca el limite – explico Dazai a los demás – pronto veremos el sol – exclamo

Akutagawa comenzó a toser y esto hizo a Tora moverse por el ruido, sin pensarlo o analizarlo, ambos cayeron en una fosa. Chuuya trago saliva y miro a Dazai – tengo un hechizo de cuerda, pero estoy débil, tardaré.

― De acuerdo, estamos bien – dijo el azabache desde lo profundo – aquí está todavía más oscuro aun...

Los amarillos y brillantes ojos de Tora le permitían ver, así que estaba sentado esperando la cuerda, Akutagawa no soltaba su pelaje, no podía ver absolutamente nada. – Tora – le llamo y el tigre lo volteo a ver – perdona por mi falta, caímos los dos. – Tora levanto su pata poniéndola en su pierna y mordió ligeramente – no muerdas – se quejó pero Tora solo intentaba agarrarlo.

Al final, Akutagawa le dio su mano, Tora la tuvo en su hocico, no lo mordió, ni lo apretó; solo lo sostenía. Akutagawa sonrió de ello.

Minutos después la cuerda bajo y ambos pudieron subir. Unos pasos más adelante estaba la luz del sol mostrando un hermoso atardecer. 


...


Esta pobre historia siempre pasa de todo, siempre cae en hiatus, vuelve, pierdo, vuelve, me atraso, vuelve y luego me dio el telele en diciembre, y vuelve.

Veamos por cuanto tiempo sigo publicando esto hasta otro hiatus.


¡Gracias por leer!

El príncipe perdido y el soldadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora