Cada persona tiene su pequeño universo, algunos más grandes que otros. Hay ocasiones en las que la valentía nos impulsa a hacer ese pequeño universo más grande.
A veces tan solo necesitamos un pequeño empujoncito para abrir nuestros horizontes y da...
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Taehyung se mantenía tranquilo en aquella gran sala, era como si las paredes estuvieran hechas únicamente de agua y muchos peces, entre otras criaturas, nadaban a lo largo de las paredes. El salón era bastante grande, todos los magos que tenían de especialidad el agua, debían entrenar en aquel lugar y Taehyung ya había recibido varias clases ahí.
Ya habían pasado unas semanas desde el comienzo de clases, era bastante duro estar en ese lugar lleno de niños ricos que hacían y deshacían a su antojo. Los becados como Taehyung simplemente hacían su mejor esfuerzo, así era con Jimin también, ambos se quedaban despiertos hasta tarde solo para poder estudiar.
A veces le sorprendía lo calmado que podría estar su mejor amigo, recuerda bastante bien como Jimin había quedado devastado por la pérdida de sus padres, incluso a él le había dolido que aquellas amables personas hubieran partido antes que ellos.
Los Park habían sido los únicos magos que no denigraron a su madre, los únicos que no pensaron en ella como una prostituta o un juguete inservible que no supo satisfacer a un tritón.
Los únicos seres, a parte de los señores Park, habían sido los seres acuáticos. Había de todo tipo, le encantaba ir a cualquier lugar que los tuviera para poder hablar con ellos, eran bastante amables con él y lo trataban como a uno más.
— Voy a preguntarle a la subdirectora Jiwoo si puedo darles de comer la próxima vez – sonrió con cariño
— Eso sería bueno, porque esos tontos encargados de la comida simplemente la dejan caer – se quejó una linda pez ángel
— Gracias a eso nuestro ambiente se ensucia más rápido y no podemos nadar y comer al mismo tiempo, eso podría dañarnos – se quejó otro pez más grande
— Bien, yo me encargaré de preguntarle – asintió – por ahora debería irme, quedé de estudiar con Jimin
— ¿Tan pronto? Es difícil encontrar con quien hablar – negó la pez con una mueca de tristeza
— Deja que el muchacho estudie, tiene que estudiar mucho para poder sacar adelante a su madre – habló el otro pez moviendo a la otra con su cola
— Bien, nos vemos Taetae – se despidió
— Adiós – se despidió
— Vaya, no pensé que ellos hablaran tan fácilmente – comentó una voz detrás
— ¿Qué? – cuestionó impresionado al ver la capa negra con toques dorados
— Yo siempre he intentado hablarles, pero ellos siempre se alejan de mí – explicó un poco molesto al ver que los peces se iban sin siquiera mirarlo
