Capítulo XXXII

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Yoongi había comenzado a caminar hacia Yuan, realmente quería hacerle daño, nadie podía detenerlo, porque parecía que Yoongi tenía un aura demasiado amenazante, peligrosa en realidad

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Yoongi había comenzado a caminar hacia Yuan, realmente quería hacerle daño, nadie podía detenerlo, porque parecía que Yoongi tenía un aura demasiado amenazante, peligrosa en realidad.

Sin embargo, a medio camino, Yoongi termino cayendo sobre sus rodillas. A su alrededor se comenzó a observar un espiral de magia color roja, sin saber que más hacer Yoongi simplemente sostuvo su cabeza entre sus manos y comenzó a gritar de dolor. Parecía que algo en su interior quería explotar, ni siquiera estaba consciente de su alrededor, solamente sentía ese ardor en el medio de su pecho, algo que quería salir y no sabía que era o que hacer para que se quitara.



— ¡Du-duele! ¡Duele mucho! – gritó

— ¡Es una fuga de magia! – exclamó Namjoon – Todos vayan hacia afuera, corran – ordenó y los demás estudiantes, incluso los encargados de la cocina salieron corriendo dejando a los siete chicos

— ¡Yoongi! – exclamó Jimin intentando acercarse

— ¡Es peligroso! – exclamó Taehyung intentando detener a Jimin

— ¡Si no hago nada, Yoongi estará en peligro! – respondió zafándose del agarre para acercarse poco a poco



Los gritos de Yoongi eran desgarradores, incluso comenzaba a intentar rascar su pecho, había destruido parte de su ropa y comenzaba a hacerse daño.



— ¡Yoongi! – exclamó Jimin al fin colocándose frente a frente – Yoongi, está bien

— Du-duele, Jimin, duele mucho – sollozo con los ojos rojos llenos de lágrimas

— Sé que duele, intenta seguirme, respira – intentó enseñarle

— N-no puedo – negó angustiado – No sé qué pasa, no puedo detenerlo



Jimin podía observar el terror en los ojos de Yoongi, esto ya no era normal, no era una fuga de magia normal, algo más había ahí pero no tenía tiempo. Solamente debía ayudarlo, para calmar el dolor, al menos por un rato.

Antes de que Yoongi pudiera suplicar por ayuda, Jimin lo beso. Era un beso lento, un beso que sorprendió a Yoongi, ambo se veían a los ojos mientras Jimin tenía el control del beso. Poco a poco Yoongi cerro los ojos hasta caer inconsciente.



— ¡Hoseok, vamos a tu habitación! – ordenó Jimin cuidando de que Yoongi no cayera al suelo

— ¡Sí! – asintió – Vayan por mí hermana y luego van a mi habitación – ordenó a los demás que solo asintieron


My Universe - BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora