Cada persona tiene su pequeño universo, algunos más grandes que otros. Hay ocasiones en las que la valentía nos impulsa a hacer ese pequeño universo más grande.
A veces tan solo necesitamos un pequeño empujoncito para abrir nuestros horizontes y da...
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Yoongi caminaba frustrado por el jardín, ya era de noche y probablemente todos los demás estaban arreglándose para ir a dormir después de un agotador día de escuela. Él mismo también estaba cansado pero era más su frustración, es que casi todas sus clases eran con aquel chiquillo de cabello gris que le llamo la atención.
Aquel chico hacia ver a la magia como algo tan fácil, como si fuera algo que hasta un niño de cinco años puede usar, cuando todos saben que no es así. Lo peor es que parecía tener los mismos hechizos que él, cada que les pedían una demostración Yoongi debía pensarlo con calma y luego abrir su grimorio. Pero aquel chico, Park Jimin por lo que escucho, simplemente cerraba los ojos, suspiraba y ya, solo eso.
¡¿Por qué mierda le era tan fácil cuando Yoongi se devanaba los sesos para intentar hacer un mísero hechizo?!
¿Acaso al chico no le importaba que pudiera salirse de control? ¿Acaso no pensaba que sin pensar demasiado, podía invocar algo que saliera de sus manos y causara caos?
— Mierda – gruño al tropezarse con algo en el suelo pero al levantar la mirada pudo ver a un chico sentado que acariciaba su tobillo lastimado – Lo siento, no me fije
— No hay problema, es mi culpa por estar aquí de esta manera – explicó encogiéndose de hombros - ¿Quieres sentarte?
— Yo...
— Vamos, la mayoría de estudiantes y profesores ya están en sus habitaciones, nadie sabrá que estamos aquí – señalo
— Está bien – asintió, de alguna manera aquel extraño chico daba una sensación reconfortante – Mi nombre es Min Yoongi
— Yo soy Ho... puedes decirme Hoba – sonrió
— ¿Hoba? Es un extraño nombre – señalo con una mueca
— Si bueno, es lo que hay – se encogió de hombros - ¿Por qué tan molesto?
— Supongo que has notado mi magia ¿no? – cuestionó viendo al contrario asentir – Pues hay otro chico, también usa mis hechizos, pero lo hace de una manera más... fuerte
— ¿Es más fuerte que tú? – cuestionó curioso
— No – negó de inmediato – No lo creo, tal vez estamos a la par
— ¿Entonces qué te molesta? Deberías de mostrar tu potencial – explicó como si nada
— No puedo – negó nuevamente – Es peligroso, mi grimorio me ayuda a estar bien, a controlarme – explicó mostrando su libro negro – Sin él, siento que causaría una enorme tragedia – suspiró
— ¿Entonces el otro chico te molesta por...?
— Porque es descuidado – soltó al fin haciendo reír al contrario
