✤06✤𝑪𝒊𝒕𝒂 𝒚 𝒄𝒐𝒏𝒇𝒆𝒔𝒊𝒐́𝒏

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𝗗𝗮𝗿𝗶𝗲𝗹
Después de salir de la fiesta me dirigí a casa, llegué lo más rápido posible y me tumbe en la cama dando un suspiro. La había pasado demasiado bien, me gustó muchísimo poder conversar con 𝘼𝙞𝙩𝙖𝙣𝙖, era una chica agradable y muy linda. Estaba muy cómodo y se notaba que ella también.
Me bastaron unas horas para saber que ella era especial.
Media hora después decidí enviarle un mensaje, pues había guardado su número en mi celular, no sabía si ya se encontraba dormida pero esperaba que no.
𝙔𝙤:
Hi soy 𝗗𝗮𝗿𝗶𝗲𝗹, ya estoy en casa. Fue un gusto conocerte, la pasé bastante bien.

Mi celular sonó casi al instante con un mensaje de ella, lo cual me sorprendió pero sonreí gustosamente.

𝘼𝙞𝙩𝙖𝙣𝙖:
Holis también fue un gusto conocerte y me alegra que la hayas pasado bien, yo también la pasé excelente, descansa.

Decidí ya no responder, pues ya era algo tarde. Así que preferí dejarla descansar o seguir disfrutando de su fiesta, lo que estuviera haciendo.

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Al día siguiente quise felicitarla por su cumpleaños que ahora sí era su cumpleaños.
𝙔𝙤:
Feliz cumpleaños <3

Me límite a enviar solamente dando importancia a su cumpleaños
Demoró unos minutos y respondió

𝘼𝙞𝙩𝙖𝙣𝙖:
Muchas gracias :3
𝙔𝙤:
Que te la pases muy bien por favor y disfruta tu día <3

Le envié, después de eso no hablamos mucho. Era entendible pues era su cumpleaños, me alegraba mucho haberla conocido un día antes de esa fecha especial.

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Hablaba muy seguido con 𝗔𝗶𝘁𝗶 por no decir diario, y la verdad me gustaba mucho platicar con ella, me atreví a invitarla a salir un par de veces y pensé que no aceptaría, pero sorprendentemente lo hizo, las salidas con ella eran increíbles, me empezaba a gustar pasar tiempo con ella aunque fuera tímida y aunque no hiciéramos nada "interesante" quizás para ella en las primeras salidas, pues solo íbamos a cualquier lugar lindo o tranquilo y charlabamos. Iba descubriendo poco a poco cosas de ella, pues platicábamos de lo que se nos ocurría en el instante.
El vienes por la noche le envié un mensaje

𝙔𝙤:
Hey lindura

Estaba algo nervioso porque era la primera vez que le decía así y no sabía cómo respondería o si le incomodaría eso.
Respondió al instante.

𝘼𝙞𝙩𝙖𝙣𝙖:
Holis

Quería salir con ella de nuevo pero no sabía si aceptaría, esperaba que sí.

𝙔𝙤:
Que tal, quería saber si te gustaría salir mañana :3

Tardó un poco en responder y eso me hizo poner nervioso, quizá no le darían permiso o no quería salir conmigo. No lo sabía, pero miles de ideas negativas llenaban mi cabeza.
Hasta que.. finalmente respondió

𝘼𝙞𝙩𝙖𝙣𝙖:
Claro :')

¡Puff! vaya que esa respuesta si calmó mis nervios, felizmente respondí:

𝙔𝙤:
Perfecto, paso por ti a las 2:00 ¿Está bien?

Respondió de nuevo inmediatamente:

𝘼𝙞𝙩𝙖𝙣𝙖:
Claro :')

Sonreí de inmediato y me apresuré a responderle

𝙔𝙤:
Nos vemos mañana lindura <3.

Por alguna extraña razón me hacía ilusión salir con ella, me sentía bien con su compañía y eso me llenaba.

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Al día siguiente ya eran las dos de la tarde y estaba esperándola en la esquina de su casa como hacía desde la primera vez que salimos, ella me explicó que era mejor allí ya que su madre no la dejaba salir mucho de no ser con 𝗗𝗶𝗮𝗻𝗮, cosa que no me molestó en lo absoluto; pasaron unos minutos y ahí estaba frente a mi con una sonrisa amplía, llevaba puestos unos jeans azules, un blusa color cobre manga larga y unos tenis blancos. Notaba que le gustaban bastante las blusas de manga larga, pues desde que la conocí en aquella fiesta y las veces que habíamos salido no había día que no trajera puesta una. No entendía el por qué, pero no era algo que debía preguntar.
pues se veía bastante bien con ellas. Tenía solo parte de su cabello atado en una pequeña trenza, y lo demás suelto, esta vez su maquillaje era un poco más completo, pues tenía los ojos perfectamente delineados, las pestañas rizadas como de costumbre cubiertas con máscara de pestañas que hacían más voluminosas estás, y un labial color café que hacía ver sus labios extremadamente carnosos.
Yo me sentía simple a comparación de ella; pues solo vestía con un pantalón de mezclilla, una playera bien planchada color blanca de mangas, y unos zapatos que combinaran. Me esmeré por verme bien, pase casi 10 minutos frente al espejo peinando mi cabello y no me veía mal a decir verdad, pero ella me hacía quedar atónito pues seguramente se veía extremadamente bien con lo que fuera que trajera puesto o sin nada de maquillaje sobre su rostro que ya era hermoso.

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Estábamos en un parque que estaba muy cerca de su casa nos encontrábamos sentados en una banca de las que habían allí y conversabamos a cerca de las cosas que nos gustaban, ella me dijo que le gustaba mucho el maquillaje lo cual se notaba. Pero yo escuchaba con total atención sobre ella. Coincidimos en qué nuestros colores favoritos eran el negro y el morado, también dijo que le gustaba leer a lo cual yo comenté que a mí también y que me gustaba mucho 𝑯𝒂𝒓𝒓𝒚 𝑷𝒐𝒕𝒕𝒆𝒓 ella me dijo que no había leído los libros a pesar que sabía que era muy famoso. -le dí una mirada indignada y respondí fingiendo estar ofendido
-Es 𝑯𝒂𝒓𝒓𝒚 𝑷𝒐𝒕𝒕𝒆𝒓 como es posible.
Vi como en su rostro se formaba una sonrisa y eso me dio una sensación de satisfacción. Continúe hablándole de las cosas que me gustaban y ella me miraba con suma atención, terminamos de hablar de aquel tema y nos quedamos en absoluto silencio por unos segundos. Yo no sabía de qué más hablar y parecía que a ella tampoco le incomodaba el silencio, pues tampoco pronunció palabra alguna. Y solamente se escuchaba el parloteo de algunos pajarillos que habían en el parque.
Volteé mi mirada al frente e instantes después sentí la mirada de ella. No me resultaba incómodo pero quería saber por qué me miraba con cierto disimulo cada que yo me descuidaba, así que ligeramente mire hacia ella regalándole una sonrisa llena de curiosidad.
Se acercó un poco más acortando la ligera distancia que había entre nosotros y nuevamente me inspeccióno más a detalle con esa mirada llena de ingenuidad y timidez, lo cual me hizo poner nervioso.
Se detuvo por un momento buscando mi mirada y relamió ligeramente sus labios para después decir:
-Me gustan tus ojos. -soltó con tanta sutileza que me dejó extremadamente perplejo; pues de todas las cosas que podría decir jamás me imaginé que 𝘼𝙞𝙩𝙖𝙣𝙖 fuese capaz de decir algo como eso.
Pero aquellas palabras acusaron un estremecimiento dentro de mi cuerpo bastante agradable, algo así como la compañía de ella.

𝒞ℴ𝓂ℴ 𝓊𝓃𝒶 ℯ𝓈𝓉𝓇ℯ𝓁𝓁𝒶 𝒻𝓊ℊ𝒶𝓏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora