✤13✤𝑻𝒆 𝒂𝒎𝒐 𝒚 𝒎𝒂𝒔...

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Salimos de el lugar y estábamos caminando, hacía frío, menos mal que traía puesta una sudadera bastante gruesa y 𝗗𝗮𝗿𝗶𝗲𝗹 me tenía abrazada mientras caminábamos. Estaba demasiado oscuro y solamente alumbraban unas cuantas luces de autos que transitaban por ahí.
Siempre me a dado miedo salir de noche, pues se me hacía peligroso y de alguna manera me hace sentir insegura, pero con 𝗗𝗮𝗿𝗶𝗲𝗹 eso no pasaba, al contrario. Él me hacía sentir segura, protegida y que nada podía pasarme estando a su lado.
Seguíamos caminando en silencio hasta que él habló:
-¿Enserio le dijiste socia? -dijo muy sonriente refiriéndose a lo que había sucedido en la taquería.
-Me encogí de hombros -No me aguante las ganas de decirlo.
Él Solto una risa -Es que la cara que puso, no puedo creerlo te adoro -me dijo dándome un beso tierno en los labios.
-Te acompañaré hasta tu casa y te dejaré ahí ¿de acuerdo?- preguntó.
-𝗗𝗶𝗮𝗻𝗮 le ha dicho a mamá que me quedaré en su casa, ¿podrías acompañarme?.
-Claro baby, pero... -se quedó pensando. -Aún es temprano te gustaría no se.. ¿ir a mi casa y que veamos una película? -dijo algo tímido.
-Me quedé pensando un momento. -Si vamos -dije un tanto entusiasmada.
-Perfecto.

✤✤✤✤✤

Llegamos a su casa rápido, entramos y enseguida el calor de la casa me llenó, tenía bastante frío así que me froté las manos entrando en calor mientras me sentaba en el sillón que estaba enfrente de la televisión.
Él dejo las llaves sobre una mesa que había en medio de la sala
-Ve encendiendo la televisión, ahora vuelvo -me dijo y subió las escaleras.
Me quedé esperando cambiando los canales de la televisión, no tardó mucho cuando bajó con dos cobijas medianas que se veían cálidas
-Toma, tapate hace frío -me dijo y me dió una cobija.
Yo solo asentí con la cabeza y me la puse en las piernas
-¿Quieres palomitas? -me dijo.
-No hace falta baby, acabamos de cenar. -le dije apenada.
-Vamos 𝒑𝒆𝒒𝒖𝒆𝒏̃𝒂, una película sin palomitas no es película -me dijo sonriente.
-¿Pequeña? -pregunté asombrada por como me había llamado.
-Si, 𝒑𝒆𝒒𝒖𝒆𝒏̃𝒂, porque estás pequeña aún
-No tanto -dije cruzandome de brazos haciendo un puchero dramático.
-Para mi sí, así que eres mi 𝒑𝒆𝒒𝒖𝒆𝒏̃𝒂.
Me quedé sonriendo por el apodo tan peculiar que me puso, el cual me gustó muchísimo.
-Ven vamos a preparar las palomitas -me tomó de la mano y me llevó con él hasta la cocina.
Tardamos un poco en preparar las palomitas, cuando terminamos nos sentamos en el sillón frente a la televisión, pusimos el tazón de palomitas en medio de los dos.
-¿Que película quieres ver? -me preguntó dulcemente
-Amm no lo sé ¿Cuál te gustaría ver a ti?
-Una de títeres -me dijo divertido
-¡No! -dije en un chillido.
-Es broma mi vida -dijo besándome el pelo.
Le había contado desde antes que anduvieramos que tenía una fobia con los títeres y marionetas debido a un trauma por algo que me pasó de pequeña y por ello no puedo ver ningún tipo de títeres ni marionetas, a esto se le llama
𝑝𝑢𝑝𝑎𝑓𝑜𝑏𝑖𝑎 y tengo esto si no mal recuerdo desde los 6 años, no lo hablaba casi con nadie porque se me hacía algo tonto y me avergonzaba de ello, pues aunque ya no era una niña, el miedo permanecía.
Se lo conté a 𝗗𝗮𝗿𝗶𝗲𝗹 y el me entendió perfectamente, en una ocasión me contó sobre una película de títeres y aunque me comenzaba a dar temor, lo escuché con suma antención, pues afortunadamente no era lo mismo escuchar o imaginar que ver así que en ese momento pude controlar la fobia y ansiedad que me causa, el en ocasiones me decía tiernamente que si me asustaba dejaba de contarme sobre la película pero yo solo lo escuchaba con atención.
-¿Entonces cuál vemos? -me preguntó entusiasmado
-Amm veamos amm.. ¿Una infantil? -dije dándole una sonrisa alegre.
Me gustaban las películas para niños pero algunas me desesperaban, y el veía muchísimas películas, seguro había visto una de esas.
Al final nos decidimos por ver 𝐸𝑙 𝑙𝑖𝑏𝑟𝑜 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑣𝑖𝑑𝑎. Nos acurrucamos y nos tapamos con las cobijas mientras comíamos palomitas y veíamos la película.
Estábamos atentos viendo la película, paso la escena donde 𝑀𝑎𝑛𝑜𝑙𝑜 le lleva serenata a 𝑀𝑎𝑟𝑖́𝑎 y le canta "𝑇𝑒 𝑎𝑚𝑜 𝑦 𝑚𝑎́𝑠" en cuanto comenzó a sonar la parte de la guitarra recargue mi cabeza en el hombro de 𝗗𝗮𝗿𝗶𝗲𝗹 y cuando comenzó la canción escuché una segunda voz, era la voz de 𝓂𝒾 𝓃ℴ𝓋𝒾ℴ cantándola a mi oído.
𝑇𝑒 𝑎𝑚𝑜 𝑦 𝑚𝑎́𝑠
𝐷𝑒 𝑙𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑝𝑢𝑒𝑑𝑒𝑠 𝑖𝑚𝑎𝑔𝑖𝑛𝑎𝑟
𝑇.𝑒 𝑎𝑚𝑜 𝑎𝑑𝑒𝑚𝑎́𝑠
𝐶𝑜𝑚𝑜 𝑛𝑢𝑛𝑐𝑎 𝑛𝑎𝑑𝑖𝑒 𝑗𝑎𝑚𝑎́𝑠 𝑙𝑜 𝒉𝑎𝑟𝑎́
𝐸𝑛 𝑒𝑠𝑡𝑎 𝑐𝑎𝑛𝑐𝑖𝑜́𝑛 𝑣𝑎 𝑚𝑖 𝑐𝑜𝑟𝑎𝑧𝑜́𝑛
𝐴𝑚𝑜𝑟 𝑚𝑎́𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑎𝑚𝑜𝑟, 𝑒𝑠 𝑒𝑙 𝑛𝑢𝑒𝑠𝑡𝑟𝑜 𝑦 𝑡𝑒 𝑙𝑜 𝑣𝑒𝑛𝑔𝑜 𝑎 𝑑𝑎𝑟.
Comenzó a cantar al unísono Y yo seguía mirando al frente sonriendo como una tonta y no presisamente por la película, él en ningún momento se detuvo, siguió cantandola a mi oído hasta que la canción llegó a su fin y yo ya no pude más.
Mi corazón explotó de amor, ternura y emoción. Me giré hacia él y puse mis manos en su rostro y lo besé, lo besé está vez más profundo, seguía siendo tierno pero a su vez más pasional, más expresivo. Él tomo mi cintura y me apretó más contra el haciendome girar completamente, nuestras respiraciones se volvían más aceleradas y nuestros labios no dejaban de moverse entre sí, se movían en una maravillosa sincronía y conexión que no podría explicar.
Era un beso largo, que me atrevo a llamar mágico, tierno, lleno de amor que ambos sabíamos expresar perfectamente en ese beso.
Nos separamos un poco y ambos sonreímos, me dio un beso en la frente y puso su cabeza frente a la mía y me dijo:
-𝑻𝒆 𝒂𝒎𝒐.
Y esa fue la primera vez que convirtió un 𝒕𝒆 𝒒𝒖𝒊𝒆𝒓𝒐 en un 𝑻𝒆 𝒂𝒎𝒐.

𝒞ℴ𝓂ℴ 𝓊𝓃𝒶 ℯ𝓈𝓉𝓇ℯ𝓁𝓁𝒶 𝒻𝓊ℊ𝒶𝓏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora