✤17✤𝑽𝒂𝒊𝒏𝒊𝒍𝒍𝒂, 𝒄𝒐𝒄𝒐 𝒚 𝒄𝒖𝒓𝒔𝒊𝒍𝒆𝒓𝒊́𝒂𝒔

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Después de comprar el obsequio que le daría a mi novio, me fuí a mi casa y mi mejor amiga a la suya, no paró de hacerme burlas en el camino respecto a que nunca me había visto así de detallista con alguien. Yo solo sonreía cada que lo decía, porque sabía que era cierto.
Soy una persona muy detallista pero solamente con personas que saben sacar esa parte de mi y con quienes siento que en ese momento lo merecen y él lo merecía, claro, él merecía lo más lindo que le pudiera intentar dar de mi.

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Al día siguiente me levanté temprano, ya tenía el regalo listo, lo había envuelto y preparado en cuánto había llegado a casa, pues no aguantaba la emoción.
Me había quedado mirando el peluche durante unos segundos y se me ocurrió una idea genial. Rocíe un poco de mi perfume sobre el lobo cubriéndolo perfectamente.
Él en ocasiones me había dicho que le agradaba la fragancia que desprendía debido a el perfume que utilizaba. Lo decía a veces inconcientemente y cuando se daba cuenta que lo hacía me miraba apenado con una sonrisa y eso se me hacía bastante tierno,
por eso decidí que sería buena idea, ya que mi propósito era que cuando no pudiéramos vernos pudiera tener al lobo de peluche consigo y me sintiera cerca. Así sonaba bastante cursi y de estar 𝗗𝗶𝗮𝗻𝗮 aquí diría que definitivamente nunca me había visto de tal manera. Pero en fin, lo que se hace cuando se está enamorada.
Rocíe una cierta cantidad de mi perfume, y después un poco de el perfume que utilizaba para mi cabello, sí. Utilizaba dos distintos y algunas personas decían que era raro. Pero yo lo amaba y al parecer a 𝗗𝗮𝗿𝗶𝗲𝗹 también le agradaba.
Solamente rocíe muy poco del segundo perfume para hacer muy tenue la fragancia de vainilla y coco, quedó una mezcla de aromas donde efectivamente el del perfume de mi cabello quedó muy tenue pero presente con el dulce de mi perfume normal, cuando al fin quedé satisfecha con el resultado; lo metí en una caja mediana que había forrado de color morado y dónde cabía perfectamente bien, metí también una carta que le había hecho, decoré la caja con algunas imágenes y stickers, también le escribí en el centro un "𝐹𝑒𝑙𝑖𝑐𝑒𝑠 2 𝑚𝑒𝑠𝑒𝑠", cuando ya tenía todo listo me dispuse a arreglarme, ese día en especial quería verme mejor que las veces anteriores que salí con el.
Me puse una falda tipo piel color negra, una blusa amarilla tejida de manga larga, y unos tenis dorados que me gustaban mucho, planché mi caballo y lo acomodé, me hice unas pequeñas trenzas de lado derecho y lo demás del cabello lo dejé suelto.
Para el maquillaje no quería complicarme, pues a penas estaba aprendiendo y comenzaba a ser algo que disfrutaba demasiado, puse un poco de sombra dorada en mis párpados, delinee mis ojos, y me puse un labial nude muy sutil pero que combinaba muy bien con todo.
Tardé más de lo acostumbrado, pues cada segundo me veía en el espejo y retocaba cada cosa que no me agradaba. Realmente quería verme bien, quería que él me viera bonita.
Después de media hora al fin estuve lista, mamá se encontraba trabajando aún y llegaría hasta más tarde, ya le había avisado que saldría y no puso objeción alguna siempre y cuando no regresara tarde y le respondiera el teléfono si sucedía alguna emergencia. Así que tomé la pequeña bolsa en la que guarde mi celular, llaves, entre otras cosas que yo consideraba "esenciales" y abrí la puerta para dirigirme hacía donde habíamos quedado de vernos, que era en el parque donde solíamos ir, ese que quizá era un lugar común para muchos pero que se había vuelto 𝑛𝑢𝑒𝑠𝑡𝑟𝑜 𝑙𝑢𝑔𝑎𝑟.

𝒞ℴ𝓂ℴ 𝓊𝓃𝒶 ℯ𝓈𝓉𝓇ℯ𝓁𝓁𝒶 𝒻𝓊ℊ𝒶𝓏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora