✤02✤ 𝐏𝐨𝐬𝐭𝐫𝐞𝐬 𝐲 𝐜𝐨𝐜𝐢𝐧𝐚

73 15 4
                                    

Tarde como 15 segundos en responder, aquella presentación tan rápida del chico me tomó por sorpresa. Procese todo y con mi mirada aún en sus ojos aclare mi garganta para hablar, estaba nerviosa y se notaba en mis manos que ya comenzaban a helarse. No es un secreto que me pongo nerviosa muy a menudo en especial si conozco personas nuevas, pues aunque soy una persona muy sociable el hablar al conocer a una persona no es algo que se me de muy bien.
Pero estos nervios que sentía no era algo que reconociera, era la primera vez que me ponía así de nerviosa la primera vez que estaba a punto de cruzar palabra con alguien y si que está sería la primera vez de muchas.
𝗗𝗮𝗿𝗶𝗲𝗹..... 𝗗𝗮𝗿𝗶𝗲𝗹 𝗔𝗹𝗰𝗮́𝗻𝘁𝗮𝗿𝗮
Vaya bonito nombre - pensé.
Finalmente hablé intentando disimular lo más que pude aquel momento un tanto incómodo
-Que tal, soy 𝗔𝗶𝘁𝗮𝗻𝗮 pero puedes decirme 𝗔𝗶𝘁𝗶, le sonreí amablemente aún con los nervios inexplicables.
-Que lindo nombre tienes -me dijo con esa sonrisa nuevamente.
-Muchas gracias, tu también tienes bonito nombre.
-Parece que se han caído bien y yo aquí sobro -nos interrumpió 𝗗𝗶𝗮𝗻𝗮 con un toque de diversión
-Ire por algo de tomar y ver qué no rompan nada, ya todos están empezando a perder sus cinco sentidos
-De acuerdo -le dije sonriendo
-Oh cierto, feliz cumpleaños -me dijo 𝗗𝗮𝗿𝗶𝗲𝗹 rompiendo los segundos de silencio que habían mientras 𝗗𝗶𝗮𝗻𝗮 se alejaba de nosotros.
-En realidad es mañana -respondí. -Solo que 𝗗𝗶𝗮𝗻 decidió hacer la fiesta hoy por mañana ser domingo, yo insistí en que no era necesario pero es imposible con ella -rei nerviosa
--¿En serio? que bien, felicidades por adelantado
-Gracias. -respondí.
-Te hubiese traído un regalo pero la verdad no sé que te guste, en cuanto nos conozcamos más buscaré tu regalo.
-No es necesario pero muchas gracias -sonrei está vez más en confianza, pues lo que había dicho me pareció muy tierno.
-Te regalaría un postre, es que me gusta cocinar
-Que bien, a mi también aunque honestamente me falta mucho por aprender, el agua se me quema con facilidad.
Ambos soltamos una carcajada ante lo que dije. Su sonrisa era linda, se le notaban unos pequeños oyuelos en las mejillas que solo si veías con detenimiento podías notar.
Sin previo aviso se acercó más a mí y me abrazo envolviendome con su cálido cuerpo, era más alto que yo sin duda alguna a pesar de no ser tan alto. Y en ese abrazo se notaba, ese abrazo que me tomo por sorpresa pero no hice nada para evitarlo o detenerlo; pues se sentía tan bien, y supe que ese abrazo era de los que te curaban el ama, y que 𝑐𝑜𝑛𝑜𝑐𝑒𝑟𝑙𝑜 𝒉𝑎𝑏𝑖́𝑎 𝑠𝑖𝑑𝑜 𝑒𝑙 𝑚𝑒𝑗𝑜𝑟 𝑟𝑒𝑔𝑎𝑙𝑜 𝑑𝑒 𝑐𝑢𝑚𝑝𝑙𝑒𝑎𝑛̃𝑜𝑠 𝑎𝑑𝑒𝑙𝑎𝑛𝑡𝑎𝑑𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑝𝑢𝑑𝑒 𝑡𝑒𝑛𝑒𝑟.

𝒞ℴ𝓂ℴ 𝓊𝓃𝒶 ℯ𝓈𝓉𝓇ℯ𝓁𝓁𝒶 𝒻𝓊ℊ𝒶𝓏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora