CAP 30: Caos

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CAP 30:  Caos.

Huitzilo quien veía toda la escena decidió intervenir.—Hermano, cálmate...—El menor le tomó del hombro a Xipe intentando calmar sus emociones.

Xipetotec se quedó boquiabierto y confundido a más no poder.—¿Pero ... qué?,..¿Cómo por qué Tezca?, HERMANO NOOOOOOO.

Huitzilo notó que otros dioses los observaban, sí a ellos, a los 4, bueno 3 tezcatlipocas y su alboroto así que para no cansar más ruido el menor de todos pero a su vez el más alto tomó a ambos de las orejas y los alejó disimuladamente de la multitud.—¿Quieren callarse de una buena vez? Estás haciendo mucho ruido... Estamos en una despedida ¿Lo recuerdan? Comportense.—Dijo el dios de guerra con su típico dice con su semblante frío.

Los dos hermanos se quejaron al unísono por tan brusco agarre. El primero se tocó su oreja al sentir el fuerte agarre estando fuera ya de la multitud.—Ouch,ouch ouch ,Huitzilo suelta hermanito.—Dijo el quetzal adolorido.

Xipe Totec lo miró con una expresión desaprobatoria.—MARRANOOOOOOOS, ¿Cómo?, ¿Cuándo?, Ash ¿sabes que?, No, no me importa lo que traigan entre ustedes dos pero si me importas tú, y como Dios del renacimiento y el nacer de la hierba sé que al ser tú una deidad de la fertilidad te vas a enfermar si te quedas aquí Quetzalcóatl.

Dijo el mayor de los 4 con una mirada suplicando a su hermano que lo escuchara, que se fuera con ellos no solo porque quería saber que le había pasado con él la noche anterior sino porque estaba preocupado por él, porque no le convenía estar en el mictlán, no por el anfitrión mictlantecuhtli sino por que si se quedaba mucho tiempo él podría...

Quetzalcóatl por otro lado no quiso decir más, aún estaba digiriendo lo que había pasado la noche anterior, oh si, esa noche como le pegó fuerte y no solo eso, bueno a decir verdad tampoco quería ver a su hermano, Tezca, ya que sentía que por el momento no era sano para ninguno de los dos y él seguí dolido con el dios de la noche. Por nada del mundo quería verlo, necesitaba tiempo para él mismo y por otro lado quería pasar más tiempo con Mictlantecuhtli y distraerse un poco de todo esto...

Entonces ahí fue cuando verdaderamente tomó una decisión y se paró en seco ya que no daría ni un paso más hacia la canoa.

Quetzalcóatl encaprichado con el lugar y a la vez sintiéndose un poco dolido por la noche pasada, negó de inmediato y se alejó dos pasos marcando más su terca postura de no irse, ni pensar en lo de anoche, ¡Ni pensar en Tezca! Se dijo así mismo así que miró a su hermano mayor y entonces dijo.—No quiero, no me iré...aquí me siento cómodo.

Xipetotec mira resentido a su serpiente.—Somos tu familia Quetzalito...—Suspirando un poco se acercó a él antes que la canoa siguiera su ritmo por las aguas y con ese mismo tono lo anterior lo menciona en un tono más calmado.—Nadie más te va a saber cuidar como nosotros lo hacemos, entres tezcatlipocas debemos de quedarnos juntos...

Huitzi lo miró a la serpiente, no podía quedarse de brazos cruzados así que suspiró y tomó cartas en el asunto.—Hermano por favor...no sabes en lo que te metes.—El mayor le tomó del hombro suavemente en un intento de convencerlo de ir a la canoa con ellos.—Por favor comprende, no queremos que te pase nada y mucho menos aquí.

Quetzalcóatl sintió el agarre de su hermano un poco fuerte pero él no estaba haciendo fuerza sino era su nerviosismo del cual su cuerpo no diferenciaba las cosas así que se soltó y los miró a sus dos hermanos.—Pues me ha pasado de todo y ustedes nunca han estado ahí.—Susurró casi inaudible.

Por otro lado en las alturas de un pequeño templo ahí mismo del mictlán mientras tezcatlipoca ve desde otro lado al mismo tiempo que mete sus cosas a la canoa.

I L H U I C A M EDonde viven las historias. Descúbrelo ahora