CAP 22: Xolotl & Tepeyollotl

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CAP 22:

Xolotl & Tepeyollotl

Se escuchaban susurros, oh sí... muchos susurros...

Y todos hacia una sola persona.. O mejor dicho; deidad.

¡Xolot! ¿Dónde estás!?

Xolotl, estoy aquí... búscame, estoy aquí.

Xolotl

Los tres miembros del clan Coatl se encuentran en su recámara compartida jugando cartas, hasta que las sensibles orejas del Xoloitzcuintle reconocen la voz de su amado

—Tengo que ir al baño...—Soltó Xolotl de la nada a media jugada.

Xolot.—El dios del ocaso gracias a sus orejas de animal naturalmente entrenadas pudo escuchar hasta la respiración del usuario de quien salía esas palabras.

En otro lugar no tan lejano pero al mismo tiempo se encontraba Tepeyollotl, el dios de los terremotos y segundo al mando del gran jaguar Tezcatlipoca. Ahora mismo él estaba en tiendas que su amo no le viera por ningún lado, así que a escondidas se escapó de la canoa de los nahuales para poder estar a lado de su pareja quien ahora buscaba con desesperación. Ya se había topado con mictlantecuhtli quien se había mostrado como un aliado más que otro enemigo y le indicó un pasillo por donde Xolotl estaba junto a sus hermanos y ahora a él le tocaba buscarle.

Entonces con su sensible nariz empieza a olfatear su olor y con cautela bajó la cabeza, sin que nadie le vea, intento encontrarle.

—Ahhh, Pinche raro, ahí hay baño—Dijo señalando una puerta de la esquina de la habitación donde jugaban cartas.—¡Ah no! Pero que te gusta orinar afuera como el perro que eres, ¿verdad?.—Dijo Ehécatl con descaro.

—Ehécatl ya deja de ser un grosero.—Dijo Quetzalcoatl tomando una carta y dejando una tercia y un par.—Ya gané.

—¡¿Qué?!, ¿Cómo? ¿en qué momento?.—Soltó Ehecatl incrédulo.

Tepeyollotl pasó por los pasillos y habitaciones donde supuestamente le habían dicho que ahí se encontraba el dios del ocaso, pero a decir verdad no estaba seguro, lo único en lo que podría confiar era en su instinto y su increíble olfato entrenado de jaguar al cazar, sí, eso era de lo que podría aferrarse para encontrar a su dios del ocaso.

Tepe entonces se puso en posición de nahual y sus piernas y brazos se transformaron livianamente en las de un jaguar y empezó a sensibilizar sus sentidos.—Xolot..—Dijo en un suspiro el dios y se concentró en seguir su rastro.

En esa forma él era más fuerte y más rápido, puso todos sus sentidos al margen para poder ser certero y hallar con él, sus ojos también habían tomado la forma de dos astros luminosos en la oscuridad que brillaban tan intenso como la llama de una vela. Sí, ese era su sentido nahual.

Mientras, el otro lado no tan lejano, Xolotl ya había sentido la presencia del pequeño jaguar, pero solo faltaba salir de ahí y encontrarlo aunque sea debajo de las sombras... sin ser vistos.

Acurrucarse juntos, estar el uno con el otro, abrazarse, besarse y repetir una y otra vez. Entonces Xolotl sintiendo todo esos sentimientos comprimidos en su interior , sintió unas ganas intensas de ir con él y su cola empezó a moverse contenta.

—Es urgente.—Dijo Xolotl con un aire desesperado y ansioso por ver a Tepe, porque él sabía que se trataba de él.

—Ve Xolitzli, deja a Ehécatl que anda de amargado, ya lo conoces.—Puntualizó Quetzalcoatl quien se había mantenido sereno todo este tiempo de la jugada.

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