I L H U I C A M E

CAP 13: Con ayuda del amor

CAP 13:

Con ayuda del amor.

Nuevamente el dios del ocaso observa su rostro en el reflejo del agua, ya no está la imagen del corazón de la montaña junto a él, suspira y se cuestiona su actuar, sigue algo confundido y avergonzado. ¡Maldita sea! ¡Esto sería más difícil de lo que pensaba!

Huehuecóyotl y Xochipilli están cerca de él, el coyote le está echando agua amistosamente a su amante. Juegan como si fueran unos niños entre risas y pequeños golpes amistosos.

—Vamos diviértete jajajaja.—dijo el apuesto coyote cuando le echa olas de agua a su hermosa flor.

Xólotl no puede evitar observarlos melancólico

Que bella convivencia, seguramente debe ser lindo poder actuar de esa manera con quien amas...

Pensaba el dios de piel morena con la mirada triste. Y eso lo pericbió Xochipilli, el dios del amor y las flores.

Mi corazón siente cierta incertidumbre en el corazón de Xólotl..¿estará bien?.Pensó en voz alta el dios.

Pero no se percató que detrás de él estaba otro dios más grande y fuerte que el. Huehuecoýoltl de la nada le abrazo y te llena de besos.

—¿Quién es mi linda flor, eh? ¿Quién es, quién es?—Truene sus besos en el cuello y espalda del contrario.

—Jajajaja cariñooo—el dios de las flores ríe devolviéndole las caricias y mimos mientras le avienta más agua a su pareja.

Huehuecóyotl agita su cola de canino como signo de felicidad y siente como Xochipilli se acerca lentamente para darte un beso en la frente.—Amor...—dijo tiernamente mientras que el dios viajero empieza a reír mucho por la alegría que su pareja le da.

—¿Sí? Lindura de flor~—Le contesta en forma de susurro un poco más tranquilo a su hermosa flor.

—Ay amorcitoooo—dice con un aire de ternura y suspira para tornar su actitud a una más de preocupación.—Creo que el señor del Río del Mictlán se encuentra en melancolía.—Mencionó.

—¿Porque lo dices?—Inmediatamente el señor de las fiestas le miró extrañado al dios del ocaso. Para después regresar la vista a su amada flor y llenarla de besos.

Enrollo los brazos en tu cuello dejándome besar, las mariposas de mi corazón voltean alocadas de tanta felicidad—Es...es algo que siento en mi interior.—No pudo evitar declarar el rey de los prados de flores.—Cuando una persona está enferma por mal de amores mi pecho duele...mientras más me acerco a Xólotl más duele.

Al escuchar esas palabras, el dios de las fiestas detuvo sus caricias en ese momento y preguntó.—¿Qué clase de corazonada tienes al respecto?—Se puso a pensar en lo que pasó hace unos días y la regañada que el señor de la noche les dió a todos los jaguares y seres cambiantes no solo a Tepeyollotl.—La verdad es que hubo muchos gritos esa vez.—dijo en un tono más bajo.

—¿Tú crees?—Preguntó a Huehuecóyotl.—Digo, es cierto que todos hicieron un escándalo pero...¿tanto le habrá afectado?—se cuestionó.

—¿Te duele mucho?—El rey de lo nuevo y lo viejo bajó a besar el pecho de su pareja y lo acarició con dulzura.

Xochipilli intentaba no reír por las cosquillas que le hacía el actuar de su pareja.—Bastante...— dijo pero a pesar de la seriedad y negatividad del tema no pudo evitar sonreír, estar él le hacía sentir completo y amado en todo momento.

—Supongo que sí, no es porque me caiga bien pero es bien sabido que Tepeyollotl sentía algo desde hace mucho tiempo por Xolotl y que mi señor los haya separado no es lo mejor que hubiera deseado para él.—Mencionó con honestidad el coyote, cambia su mirada y le dedicó una sonrisa seguido de dulces besos.—Pero.. ¿No hay nada que puedas hacer?