CAP 8: Incomodidad

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CAP 8:

Incomodidad.

Tezca quien se había quedado en su habitación hasta que escucha el alboroto de afuera. Entonces decidió acercarse a la escena. La cortina de estrellas que había mantenido hasta el momento la pareja se había desvanecido por un descuido al haberse dejado llevar por el deseo y sin querer estaban ahora a la vista de todos.

Tepe sintió un frío aire calar por sus piernas desnudas.—N-no Xolot, espérate—Dijo sumiso por las caricias pero al mismo tiempo trató de advertirle al contrario sobre la situación.

—¿¡¿Pero cómo se atreven!?!?

—¡Exhibicionistas!

—¿Quién los invitó?

Miles de susurros y malos comentarios se escuchaban entre tanto bullicio que se hacía.De un dos por tres una increíble cantidad de murmullos se empezó a escuchar de otros dioses.

Frente a ellos, por un momento era tanto el impacto que todo el mundo calló.

—Alaaaa que macizo.—dijo Xochipilli admirado por la escena.

—¡Son de los clanes Cóatl y Jaguar!—fue lo último que se escuchó.

Huehuecóyotl miró con desaprobación a la pareja y dijo.—Tenías que ser tú, Tepeyollotl.—Se tapa la cara completamente incómodo.

—Heyyy que le llamen a Tlazoltéotl que estos dos ya están en otro nivel.—Xochiquetzal.

Tláloc se atraganta con un cóctel de camarón que estaba comiendo.—Chalchiuh ¡Tápale los ojos al escuincle!

Tepe ahogó un grito.—¡¡¡AHH XOLOT!!!—Tuvo que darle golpecitos para que se diera cuenta lo que estaba pasando y que la cortina invisible de estrellas que los mantenían escondidos se había desvanecido frente a sus ojos.

Chalchiuhtlicue le tapa los ojos a Tecciztecatl

—No mames amá, ya estoy grandecito.—dice el morador del caracol.

De pronto Xolotl despierta del trance y se da cuenta que estaban a medio faje, con los tocados y el ropaje todos desalineados, Tepe se va a ocultar a una de las grandes rocas cerca de ahí.

—¿Se puede saber que es todo este alboroto!?—Llega finalmente el espejo humeante a la polémica escena entre uno de los suyos Tepeyollotl y el hermano de Quetzalcóatl, Xólotl.

—Eh...Yo...—vio rápidamente que su compañero se me tapó con su ropa así que se esconde detrás de una estatua.

Tezca analiza toda la situación, se siente un escalofrío en todos los presentes al ver que llega el señor de la noche y un silencio indescriptible e incómodo.Y cuando ya tiene finalmente su conclusión, reacciona dando un agrevo veredicto. Abre los ojos y sus topacios color oro se convierten en ojos del felino.

—¡TEPEYOLLOTL! VEN ACÁ.—Rugió el espejo de obsidiana a su más fiel subordinado.

Quetzalcóatl queda abrumado por tal rugido de atención junto con todos los demás presentes y siente una punzada en mi médula espinal; ¡Xólotl!—Inmediatamente pensó en su gemelo.

El joven jaguar tragó saliva nervioso y miró a su ahora pareja.—Xolot...—suspiró con inquietud.—Te amo, pero no sé lo que vaya a suceder ahora en adelante y yo-Es interrumpido una vez más por su amo.

—TEPEYOLLOTL, ¡TE ESTOY HABLANDO JAGUAR!

A ambos dioses se les congeló completamente los rostros del puro miedo que irradiaba la voz del dios de la noche, pero Xolot aún tenía la esperanza que saldrían de esa situación.—No Tepeyollotl, no importa que tenga que pasar o con quien tenga que pelear volveré a encontrarte.—Le dice al otro antes que se marchase.

En ese momento llega un nervioso Quetzalcóatl.—¡¿Qué está pasando aquí?!

Tepe se viste bien y va con su maestro.—Señor, primero que nada y-yo-

Sin previo aviso Tezca toma a Tepeyollotl por el cuello cortándole la respiración

—N-no, s-se... Señor Tez-tezca.—Toma las manos que lo agarran suplicando piedad.

—¿Qué fue lo que te dije!? ¡QUÉ FUE LO QUE TE DIJE!—Gritaba el espejo humeante con coraje al ver como su más fiel al mando había lo había traicionado refutando sus órdenes.

—¡TEZCATLIPOCA!—Gritá el quetzal del puro terror de lo que su hermano pretenda castigar a Tepeyollotl rompiéndole la voz con tal feroz agarre a su cuello y de cómo poco a poco se veía como el menor perdía color en su piel.

Quetzalcóatl estaba a punto de correr en su dirección a detenerlo pero sintió una fuerte mano que le impedía cruzar al mismo tiempo que sus ojos se abrían como dos platos extendidos.

—¿Huitzi?

Todo el mundo queda aterrorizado por lo que están viendo...

Huehuecóyotl traga saliva y él junto con otros Nahuales que forman el clan se van detrás de Tezcatlipoca, sabían bien lo que tenían que hacer cuando el maestro se enfadaba.

—¡¿QUÉ FUE LO QUE DIJE ANIMAL!?

—Q-que no hablará con... Xolot.—contesta el pobre jaguar con los pocos segundos que tiene para poder respirar antes se sofocarse y entrar en estados críticos.

—¡NI SIQUIERA QUE TE ACERCARAS!

—¡Aghh!.. Señor T-tezca

Huehuecóyotl y los demás nahuales del clan se inclinan ante el gran jaguar como signo de respeto y de inferioridad de ellos a él

De pronto el señor de la guerra se aparece entre los dos dioses y los separa

Tezca no suelta a Tepeyollotl hasta unos segundos después y este respira repetidas veces para tomar nuevamente el aire que hace unos segundos le habían arrebatado.—Entonces está claro que sí no vas a obedecerme, no tenemos porque estar aquí hasta que aprendas a seguir órdenes.

—Hicimos demasiado ruido hoy...basta de drama...—dice Huitzilopochtli.

El gran espejo lo miro fulminante y dice con aires de superioridad.—Dedicate a lo tuyo colibrí del sur y yo a lo mío.

Xipe Totec llega y coloca una mano en el hombro de Tezcatlipoca pero este solo lo miro fulminante y deshace su agarre, después voltea hacia Huehuecóyotl donde dejar caer al joven jaguar.—Toma a Tepeyollotl en brazos.—Este obedece y voltea junto con los demás Nahuales a sus lados.—Nos vamos.

Por tal enojo del espejo humeante, hace alusión a su nombre desprendiendo parte de las piedras de jade que conformaban su corona del clan de los cambiantes y hecha humo a los costados de esta que quema todo quien se acerque a él.

—Sus acciones nos involucran a los cuatro, están arruinando la imagen pública.

—No diré una palabra más.

Quetzalcóatl mira con preocupación desde atrás del alto dios de la guerra

—Hermanos, está claro que no he demostrado el respeto que se merecen con este jaguar que está en mi presencia, por lo que tengo trabajo que hacer para que aprenda cómo es debido cuáles son sus mandatos y obligaciones

Tezcatlipoca mira a sus subordinados y dijo con un tono demandante.—Huehuecóyotl, alista las cosas juntos con los Nahuales, quiero las canoas listas lo más pronto posible...

Huehuecóyotl asiente y traga saliva nervioso, sin objeción alguna.—Sí mi señor.

La serpiente busca con desesperación a su gemelo mientras su representación del viento se hace presente .

—Pinche oso Quetza, nos dejaron en ridículo.—dice Ehécatl, el dios de los vientos con un tono insensible.

—Viento, mejor ayúdame a buscar a Xólotl...será mejor que lo llevemos a su hogar para tranquilizarlo.—dijo con precaución la serpiente—Siento angustia en mi corazón.

...

I L H U I C A M EDonde viven las historias. Descúbrelo ahora