Un beso.

Reto

Era el veinte de agosto, el cumpleaños de Manjiro Sano o Mikey para sus amigos. Cumplía diecisiete años de edad, al ser su cumpleaños se la paso con su familia; su hermano mayor Shinichiro, quien tenía veintiuno años y la hermana menor, Emma, con dieciséis años de edad. Se la paso con ellos la mañana entera, viendo películas, jugando juegos online, inclusive jugaron uno que otro juego de mesa. Estuvieron los tres juntos hasta la cinco de la tarde, cuando vinieron sus dos mejores amigos, Baji y Draken, con los que había quedado de pasar su cumpleaños esa tarde. Con emoción fue con ellos, no sin antes despedirse, agitando la mano a sus hermanos, que le regresaron el gesto.

Esa tarde Baji y Draken como regalo de cumpleaños lo llevaron a diferentes puesto de comida, donde comió una gran cantidad de comida y por ser su cumpleaños no tuvo que pagar nada, sino sus amigos, algo que no fue nada barato, pero a pesar de ese gran saqueo de dinero que tuvieron las billeteras de los chicos, se la pasaron genial, charlando y riendo.

Ese día había sido increíble para cada uno de los chicos.

Al estar oscureciendo, se tuvieron que ir del local de comida donde estaban e ir a la estación del metro, a dejar a Mikey en el edificio en donde vivía. En el camino hacia la estación del metro era bastante ruidosa, a no callarse Baji.

-¡Feliz cumpleaños Mikey! - Gritaba emocionado el de cabellos negros levantando los brazos.

-Baji ya cállate, llevas diciendo "Feliz cumpleaños" - Imitó la voz de Baji, siendo una imitación bastante mala. - Desde que salimos del local de comida hace más de veinte minutos.

No era porque le molestará que lo felicitarán, todo lo contrario, se alegraba de cada una de las felicitaciones, pero que solo una persona se lo llevará diciendo ya treinta veces en menos de veinte minutos y gritando, molestaba a cualquiera.

-No. - Sonrió feliz Baji y grito aún más fuerte. - ¡Feliz cumpleaños Mi-¡Ay!

No pudo terminar, a él otro chico rubio, con una trenza, que los acompañaba, dar un codazo en su estómago.

-Ya cállate. No solo tú estas quedando en ridículo, si no que haces que nosotros también quedemos.

Estaba enojado. Ya que Baji se la paso gritando como un desquiciado todo el camino, haciendo que la gente se les quedara viendo muy raro a pasar al lado suyo.

-Eres un aburrido Draken. - Se quejo tocandose el estómago, a tan intenso dolor que sentía en aquella zona por el golpe.

En ese momento llegaron a la estación del metro, donde había demasiada gente esperando el metro.

-Te felicito Mikey ya eres todo un adulto. - Se giró al ver de nueva cuenta a Mikey, puesto que le había quitado la mirada de encima al estar viendo a Draken con desprecio por el golpe que le dió.

-No exageres Baji, apenas tengo diecisiete años.

-Si, pero aún no haces varias cosas, como lo harían los de tu edad. - Contesto Draken que se había recargando en una de las paredes blancas del lugar.

-Es cierto. - Sonrió con diversión. - Además imagínate aún no ha dado su primer beso, que vergüenza. - Baji se puso las manos en la cintura y giro de un lado a otro la cabeza, mostrando su decepción en el tema.

El comentario de Baji hizo que se enojara mucho Mikey y se girará a ver directamente al de pelo negro.

-¡¿Eso qué tiene de vergonzoso?!

-¿Cómo de qué tiene de vergonzoso? Es ridículo y patético.

-Eres un idiota Baji. - Draken se acomodo mejor en la pared, poniendo sus manos en los bolsillos de su pantalón.