Tiempo juntos

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Cuando llegó Takemichi lo primero que hicieron fue estudiar, en la sala (Ignorando lo que pasó en el local de comida) Al principio iban bastante tranquilo, Takemichi era muy centrado y serio al momento de enseñar, nada parecido al chico tímido que era.

A llevar ya una hora intentando de que Mikey se le grabarán las ecuaciones que era lo que se habían atorado en la clase anterior y del que no podía avanzar.

—Manjiro por novena vez esto así no es, es así. — Borro el ejercicio que había hecho. — Tienes que poner esto acá y esto no se multiplica, se suma.

—¡Ah!~ Es que no puedo Takemicchi, es muy difícil. — Puso sus brazos en la mesa, escondiendo su rostro ahí.

—No es tan difícil solo hay que prestar atención.

—Para ti es muy fácil, tú tienes un gran cerebro y yo no tengo. — Hizo un pequeño puchero.

Takemichi estaba algo desesperado de que no entendiera, se podía decir que estaba a punto de perder la cabeza, pero gracias al comentario raro del cerebro decidió calmarse.

—Haber Manjiro ¿qué es lo que no entiendes? — Acomodo mejor sus anteojos.

Mikey levantó la vista, viendolo con algo de vergüenza.

—Es que... bueno.

—No entiendes nada ¿verdad?

Mikey asintio asiendo que Takemichi casi le diera un ataque, solo dijo eso para que su mayor temor fuera corregido, cosa que no pasó, si no todo lo contrario lo afirmaron. Llevaban estudiando casi una semana y aún no se grababa nada, incluso sus amigos de su antigua escuela a pesar de ser unos verdaderos Imbéciles habían entendido al menos una ecuación en una semana. Mikey tenía una mirada de tristeza por no entender, bajo la mirada avergonzado. Sin duda cada día le sorprendía más ese chico tenía entendido por su fama que era muy extrovertido y muy... coqueto, pero cuando estudiaba parecía un niño chiquito, cada vez que lo regañaba y lo corregía, era todo un reto poder enseñarle a Manjiro.

Takemichi podía estar enojado de que su alumno no entendiera, al significar que no ponía atención, algo que descarto enseguida, a ver la mirada triste del otro sabía que el también estaba decepcionado de no poder entender, aparte el sabía que cada mente era diferente, que a cada una le costaba su tiempo entender una más rápido que las otras como el caso de Manjiro, que le tomaba mucho más tiempo entender. Tenía que comprender, tener paciencia y enséñale bien si no sería un pésimo tutor. En un momento se le vino a la mente un artículo de internet, que busco cuando estaba iniciando con lo de tutor, era "¿cómo mejorar con tus alumnos?" Una de las cosas que decía el artículo era que a veces los alumnos no entendía porque algo lo estaba distrayendo, podía ser que eso le pasará a Manjiro, era una opción que podía ser o no, pero tampoco perdía nada a preguntar.

—¿Hay algo que te distraer Manjiro?

Mikey alzo la vista para verlo, parecía que estaba dudando si decirle o no, al final decidió hablar.

—Bueno... — Sus mejillas estaban algo coloradas. — Tengo hambre.

—No puede ser.

Ahora fue Takemichi quién se derrumbo en la mesa. Él no le dejaba comer durante las clases, al poder manchar las hojas de los cuadernos y libros, pensaba que estaba haciendo un bien, pero al parecer no es así.

Mikey iba a decir algo, si no fuera porque en ese preciso momento se escucho como su estómago hacía ruido, indicando que tenía hambre, se toco el estómago con pena. Takemichi alzó una ceja ante esto, dudo por un momento si dejarlo ir a comer, pero si eso era lo que lo distraía, como en las demás clases, lo iba a dejar comer.

Un beso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora