La fuerza que hacía Mikey hacia su mano le provocaba dolor, y ni hablar de la forma tan ruda y tosca en que lo llevaba hacia el ascensor. Se tuvo que morder el labio inferior para evitar que cualquier sonido de queja ante el dolor saliera de su boca, pero le era casi imposible contener sus gemidos de dolor a Mikey tomarlo con mucha fuerza. El sabor metálico que empezaba a expandirse por su cavidad bucal le causaban muecas de desagrado por el sabor tan asqueroso que estaba degustando, pero a pesar de su disgusto ante tal sabor de la sangre que estaba escurriendo por su labio, prefería no quejarse. Porque desde que vio a Mikey lo había visto recaído, sin ánimos, le preocupo ver de esta forma a Manjiro, le aprecia y no quería que estuviera mal, pero ya se imaginaba del porque se encontraba en ese estado, debía de ser por el festival.
En el cual él también termino con traumas, que triste, nunca sale ileso de ninguna situación.
Aunque un poco de su preocupación se desvaneció cuando vio de nuevo esa sonrisa tan característica en el rostro del rubio, esa sonrisa tan contagiosa que tenía Manjiro. Debe de admitir que cada vez que la ve también le dan ganas de sonreír. Esa pequeña sonrisa tan rápido como vino tan rápido se fue, cuando llegaron esos chicos:
Baji y Draken.
Desconocía por completo a esos chicos, solo sabía su nombre, y sabrá Dios cómo se enteró de los nombres de ese par, pero también los ubicaba muy bien por el incidente del metro y por lo sucedido en el festival, aunque eso involucra más al chico rubio con un tatuaje, del cual ya no estaba seguro de que fuera un simple amigo de Mikey por el beso que ocurrió entre ellos dos.
Agachó un poco la mirada para evitar ver a los muchachos, la verdad le daba bastante vergüenza estar con gente que no conocía del todo bien, y una incomodidad sentía al chico llamado Draken, le comenzará a insistir con urgencia a Mikey de que hablara, pero a rehusarse Manjiro a hacerlo solo provocaba que Draken insistirá aún más.
Se sentía fuera del lugar en la charla, sentía que cierta persona no quería que estuviera escuchando esta conversación, y lo pudo confirmar cuando alzó la mirada pudo conectar con los profundos ojos negros de Draken, que lo miraba de reojo, y aunque no le dijera nada en sus iris se refleja la única palabra que podría decirle en este momento:
"Lárgate"
Podía leer esa palabra en aquellos ojos, lo que solo hacía que se sintiera un cero a la izquierda.
Se iba a ir, oh calor que se iría, pero no se iba a ir solo, se iba a llevar a Mikey con él. Si no era su problema para que se estuviera involucrado, pero como no podía meterse al ver que Mikey no se encontraba cómodo estando con Draken, bastaba con ver el rostro de Mikey para darse cuenta de ello, la incomodidad que se veía en él hacia que no pudiera dejarlo solo.
Pero antes de hacer cualquier cosa, Mikey se le adelantó.
Mikey le tomo su mano con rudeza, y lo jalo, con una facilidad que lo asustaba por lo fuerte que era. Mientras decía con seguridad unas palabras que lo dejaron gélido.
—No puedo Draken porque quedé en pasar todo el día con Takemichi, de hecho hasta voy a dormir en su casa.
No le dio tiempo ni siquiera de reaccionar cuando lo tomo con aún más fuerza de la mano para posteriormente llevarlo como si fuera una bolsa de basura hacia el elevador, y arrojarlo como costal de papas adentro del ascensor, y sin decir ninguna palabra más, presiono los botones y cerró el elevador dejando a los chicos atrás.
No, no se podía creer lo que acababa de decir Manjiro, aunque si lo piensa un poco a lo mejor solo era para librarse de Draken por la insistencia del chico de hablar, lo más probable es que solo lo hubiera dicho para zafarse del compromiso. Pero aún así no sabía que pensar al respecto.
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Un beso.
FanfictionMikey acaba de cumplir diecisiete años y nunca ha dado su primer beso. Baji a ver la situación de Mikey, decide hacerle un reto de que bese a un chico y que a cambio le dará cientos de Dorayakis. Esto fue más que suficiente para que Mikey fuera hac...