Cita
Era un día sumamente caluroso, fuiste a una cafetería a tomar una malteada mientras estudiabas para un examen, realmente m materia estaba siendo un dolor de cabeza y estabas amenazada por tus padres para poder ir a aquel viaje con tus amigos a la playa.-Esto es una completa mierda, quien carajos invento sumas con letras o como sea que se llame- tus gritos eran evidentes para todos los comensales.
Seguías maldiciendo cada vez en voz más alta mientras el chico rubio de la mesa de fondo te miraba con extrañeza, no se sentía incómodo pero le sorprendía tu valor para estar en público con semejante vocabulario.
-Señorita disculpe, el joven de aquella mesa le manda este pastel, pidiendo por favor que no sea tan escandalosa-
Levantaste de golpe la mirada, quien era tan valiente para querer controlar tu temperamento.
-Dile al chico que gracias pero ni mis padres me dicen como hablar, menos un completo desconocido, anda come conmigo un poco, puedes tomar la fresa de la punta-
-No puedo señorita, podría tener problemas si....-
-El cliente siempre tiene razón y me gustaría compartir contigo- aquella mesera nerviosa comió la punta de tu torta y después de ambas sonreír, continuaste con tus estudios.
-La puta que me parió, por fin logré obtener el resultado, ¿Me podrías traer la cuenta?- sonreíste amablemente a la hermosa chica que estaba atendiendo.
-Aquí tienes- sonrió algo tímida, probablemente pensaba que serias grosera con ella.
-Calma preciosa, no muerdo...muy duro, aquí tienes, quédate con el cambio y gracias todo estuvo delicioso-
Saliste con prisa del lugar ya querías ir a casa así que no te diste cuenta que olvidaste tu mochila.
-Carajo, para pendeja no se estudia-
-Oye tu, creo que olvidaste esto-
A penas dirigirte la mirada atrás y viste un apuesto chico rubio con un par de ojos verdes brillantes y grandes, su mirada era seria pero podría hacer arrodillarse a cualquiera, tenía una cicatriz en su rostro y aunque pudiese quitar atractivo se lo estaba sumando completamente, te preguntabas que tal posible era el amor a primera vista y la respuesta se encontraba frente a ti con un si en todo el esplendor.
-.......- solo pudiste sonreír.
-Vaya, pensé que te gustaba gritar, pero en fin, olvidaste esto y creo que habrá sido una perdida de tiempo tu show si lo llegas a extraviar-
-Jajajajajaja así de romántico eres con todas las mujeres entonces-
El rubio sonrió de lado y puso en tu hombro la mochila. Se dio la vuelta dio un par de pasos y giro delicadamente por el lado izquierdo.
-Me llamo Sheisu Inui- dijo con una voz suave y tranquila, después de dedicarte una sonrisa, siguió su camino.
-Yo me llamo.....ay olvídalo, ya no debe ni escucharme-
Continuaste el camino a casa, era imposible quitar la enorme sonrisa que llevabas junto con el enrojecimiento de tus mejillas. Toda la tarde estuviste recapitulando aquel encuentro incluso estabas planeando dar vueltas por aquella cafetería, fon algo de suerte, podrías volver a verlo.
Ya era pasada la media tarde, siempre solías ir a trotar al parque, este día no sería la excepción. Te pusiste unos leggin color negro, unos tenis y una sudadera, pusiste una playlist y fuiste el dirección al parque.
Estabas robando unas cuantas miradas, pero tus ojos a partir de este momento, serían solo para aquel chico rubio.
Ya habían pasado varias horas y sin darte cuenta, todo el parque se había tornado obscuro, la noche era fría, pero el cielo era un completo espectáculo, las estrellas eran muy visibles y la luna era enorme y brillante, contemplaste aquel paisaje cuando fuiste interrumpida por una voz.
-Oye bonita, no es lugar para estar sola- aquel chico con aspecto extraño se acercaba a ti con su compañero.
-Déjanos acompañarte a casa-
Morías de miedo, jamás habías sido víctima de delincuencia y por instinto comenzaste a correr, buscabas con la mirada decesperadamente más gente, pero ya era muy noche y estaba desolado el lugar, sin darte cuenta uno de los chicos te alcanzó y te tomó por la espalda.
-¿Porqué huyes, pensé que seríamos amigos?- cerraste los ojos y comenzaste a llorar, estabas tan asustada que ni prestaste atención a la voz que se escuchaba de fondo.
-Son un completo asco, de verdad se hacen llamar pandilleros por atacar mujeres en un parque, siento lástima-
-Hey tu!- sin más aquel chico con el bate que traía le dio una paliza a esos dos sujetos, ambos tirados en el piso quejándose por los golpes.
-Váyanse de aqui si no quieren tener problemas con los Black Dragons, idiotas-
-¿Oye estas bien?- sin terminar de hablar te lanzaste a abrazar al chico mientras intentabas dejar de llorar.
-Mira que me trajo la noche, la niña con los problemas con matemáticas- al escuchar esas palabras levantaste la mirada rápidamente sin soltarlo, sentías más alivio y tranquilidad que felicidad por volver a ver a Sheisu.-Gracias por ayudarme, yo solo salí a correr y creo que se me hizo tarde- respondiste mientras intentabas secar tus lágrimas.
El rubio tomó tus mejillas con sus manos y con sus pulgares limpió las últimas lágrimas que intentaron salir de tu rostro. -Me alegra que estés bien, es lo que importa-
-Creo que debo irme, ya es noche y....-
-Si crees que dejaré que te marches sola estas equivocada, te llevare a casa. Asentiste con la cabeza y ambos caminaron hacia la motocicleta del ojiverde.
Te subió e inmediatamente se acomodo para que pudieras sujetarte, ya estaban en dirección a tu casa, y todo el camino abrazaste muy fuerte al chico, era claro que aún estabas asustada, él lo noto y por momentos acariciaba tus brazos que lo rodeaban para poder darte un poco de tranquilidad.
Por fin llegaron, estacionó la motocicleta y te acompaño a la entrada.
-Muchas gracias, perdona las molestias no debías hacerlo y no se como agradecerte-
-Yo si lo se- miraste sorprendida no sabes que es lo que pediría. -Tengamos una cita, la condición es que tu pagarás la torta con fresa- dijo regalando una sonrisa.
-De acuerdo así será, te acercaste sin miedo y le diste un beso en su mejilla-
Diste la vuelta y seguiste caminando giraste rápidamente para verlo, habías olvidado un pequeño detalle, ¿Cómo ibas a llamarlo?
-Oye, pero....-
-Revisa tu libreta, la última hoja- respondió el rubio mientras arrancaba con la moto.
Entraste a la casa y corriste abrir tu mochila, buscaste entre todos tus cuadernos, y uno tenía al final escrito un número firmado con Inupi.
-Es un lindo apodo-
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One Shot Tokyo Gang♡
Fiksi PenggemarMini historias de T/N y todos los personajes de Tokyo Revengers. Aquí todos los personajes están vivos y son mayores de edad. Algunas historias contendrán lemon otras solo una historia romántica más o cualquier cosa que se me pueda ocurrir♡ La mayor...