Un León Alpha Y Su Particular vida.

Capítulo 8; Error, Decepción y Furia.

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Llegué recogí lo que ya había encargado con anterioridad y se los llevé a los leones a la cueva. (Omegas en situaciones deplorables y de calle)

Ahí ellos los harían sus Omegas y los dejarían preñados pronto, supongo.

Les explique que ahí con ellos no les faltaría comida, refugio del frío y una pareja con la cual tener hijos, ellos aceptaron e hicieron un contrato de esclavitud con Red, era una especie de juramento de obediencia y me fui.

Llegué a casa y nada más entrar; Safir se me aventó encima enrollado sus piernas en mis caderas, desabotonó mis pantalones y sacó mi falo para después enterrárselo.

Se que mi Omega es insaciable, pero esto es demasiado nuestros hijos están en la sala, traté de detenerlo, pero empezó a gemir de tristeza, así que tuve que sentarme en el sillón con él encima y preguntarle qué es lo que le pasaba.

El llorando me dijo:
-No puedo controlarme, no sé qué es lo que me pasa.

Así que después de correrme dentro suyo, llamé al doctor para que viniera a ver a Safir y averiguar que le pasaba.

Al día siguiente el médico habló conmigo.

-Señor, su omega está pasando por cambios hormonales fuertes, no puede controlar su apetito sexual, para describirlo mejor; viene siendo una especie de adicto, es un defecto de su sangre.

El sólo sabe que su cuerpo necesita ser llenado y eso es todo, el busca lo que su cuerpo le pide.

- ¿Cuánto durará este desequilibrio hormonal?

-Tal vez dure unos 4 o 5 meses, luego de eso, volverá la normalidad.

-Comprendo, gracias por haber venido tan rápido doctor.

-De nada, estoy para servirle; ¡ha! debo decirle, que los cuartos cachorros leones en nacer (4to embarazo) pronto entrarán en celo y para entonces deberá haber buscado algunos Omegas para que lo pasen y no enfermen, ya que es su primer celo, así que deben aparearse.

-Entendido doctor gracias.

-Le recomiendo que sea ya, porque será entre mañana y pasado.

- ¡Rayos! Y yo con este problema de Safir y sus hormonas sin control.

Tendré que viajar hoy mismo.

Hablé con mi padre para que se quedara con los niños y cachorros más pequeños, en casa sólo se quedarían los 4 leonés "adolescentes" de tamaño de un perro gran danés.

Lleve a los niños con mi padre y le avise a Safir lo que haría, el comprendió y me dijo que se quedaría a cuidar a los chicos, pero antes de dejarme ir, me hizo hacerle el amor una vez más y le puse un t/c para que mi esencia de quedará en él. (t/c= tapón de cola)

Aquella tarde partí sin saber lo alocada que se pondría la casa en mi ausencia, llegué al mercado, pero me dijeron que ya no tenían Omegas en buena forma, me dijeron que les llegaba un cargamento nuevo en una hora que si podría esperarlos y sin más opción tuve que esperar.

Mientras tanto en la casa, Safir cuidaba de los leones ya que estos se habían puesto algo locos y se mordían la cola en desesperación, él tenía la Manía de sólo andar en un camisón, pero esa noche no fue buena idea.

Los leones sintieron el aroma a cópula en Safir y se abalanzaron como posesos sobre él.

Safir en un principio intentó rechazarlo, pero siendo víctima de sus propios problemas hormonales perdió contra sus propios leones; los que una vez fueron sus cachorros.

Estos lo embistieron de golpe, 3 de una sola vez lo hacían suyo mientras que el cuarto había hecho que Safir le hiciera una felación.

Safir no pudo defenderse de sus propias hormonas y acabó sumergido en el placer que esos leones jóvenes le ofrecían, todos acabaron viniéndose dentro de él, por más que estuvieran sumergidos en el celo no marcaron a su progenitor solo hicieron el intento.

A la mañana siguiente cuando Sasha llegó a casa notó el aroma a copula de sus hijos con Safir, se puso fúrico subió a la habitación y despertó de golpe a los que dormían ahí.

- ¿Como pudieron hacerme esto, soy su padre y ese que tienen entre las piernas es su progenitor?

Esta es una falta que no pienso pasar.

Fúrico como estaba; me transformé en León y ellos salieron corriendo, pero no fueron muchos pasos los que dieron y pronto los tuve entre mis garras lastimándolos, aunque mi intención era matarlos.