Un León Alpha Y Su Particular vida.

Capítulo 2; Verdades 2 parte.

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Por aquellos momentos enfrentarte con la verdad sería un shock muy fuerte, así que decidí callar y sólo fingir que no paso nada, y seguir siendo sólo la persona que salía con tu padre.

Ya cuándo regreso tu padre me dio miedo contarle, por que seguro el creería que es mentira y que me había aprovechado de ti.

Habia decidido no comentarle nada, pero el se dio cuenta en cuánto entró a la casa, mi cuerpo olía a ti y además en mi nuca estaba tu marca.

Tuve miedo de su reacción y yo no sabría como defenderme por que ni siquiera había podido defenderme de ti.

Su primera reaccion fue golpearme, pues creyó que me había aprovechado de su hijo.

Pero cuando tú lo viste agredirme, tus ojos se volvieron rojos creciste unos 40 centímetro más y tenías garras, oreja y cola de León.

Te avalanzaste sobre tu padre y le mordiste el brazo casi se lo arrancas, pero yo te abrace para apartarse de el, entonces me volviste a tirar al suelo con enojo y volviste remarcar tu marca en mi cuello, después de eso tú te volviste a desmayar, imaginé que te habías enojado por que yo lo había defendido.

Con eso Luis me creyó, pero cuando volviste en ti no recordabas nada.

Ambos nos preocupamos y fuimos con los mejores especialistas y nos explicaron que era una consecuencia en los Alphas puras sangre que contienen gran poder bestial como tú.

Nos sugirió que por ahora no te dijéramos nada, pues tu mente humana seguía siendo la de un niño, aunque tu mente animal fuera ya un "adolescente" hablando en "términos humanos", simplemente no era conveniente decírtelo.

El nos recomendó que no te dijéramos nada hasta que tuvieras la edad humana para comprender lo que te sucedía.

Así que decimos mantenerlo en secreto, pero las cosas se nos salieron de la manos por que yo quede en cinta y tu eras el padre, tenía miedo, tristeza y la impotencia de no poder decírtelo y las consecuencias de mi estado, todo era complicado, soy Omega después de todo y necesito de mi Alpha.

Por mi embarazo yo necesitaría mucho de ti, así que por ese tiempo tu dormías conmigo y te dijimos que era por que el bebé no podía dormir bien, pero la verdad era que mi omega necesitaba de ti, tu cercanía de aquella forma fue el único consuelo al que podía aspirar.

Sólo deseaba que los años pasarán rápido para poder decirte la verdad.

Mantuvimos en secreto todo el asunto y a todos les hicimos creer que el hijo era de Luis, pero en realidad era tuyo.

Tu crecimiento iba bien y no habías tenido otro arranque como aquél y por eso creímos que ya no habría problemas, pero cuando tú tenías 8 años y Luis me besó en la boca, te volviste loco de nuevo y te volviste a transformar en León nuevamente.

Ibas a atacar a tu padre y estaba seguro que lo matarias por que tu aura de leon era demasiado agresiva, no podia permitir ese acto por que sabía que cuando volvieras en ti y supieras que tú lo habías matado, te destrozaria; es tu padre después de todo.

Así que yo me interpuse y le dije a Luis que se fuera con el niño (el cual tenía 3 años) lejos y volvieran 3 días después, yo me abracé a tus patas las cuales eran muy grandes y sólo con quererlo podías aplastar a cualquiera, eras un León imponente; tuve miedo sí, pero sabía que tu eras mi alpha así que en el fondo mi Omega creía que tú no nos matarias.

Le dí tiempo a Luis de escapar y yo me quedé contigo.

El se fue y tu me mordiste molesto, te pedí perdón una y otra vez pues sabía que estabas enojado conmigo por defenderlo a el.

Para calmar tu enojo deje que me castigaras a como creyeras conveniente, yo se que un Omega no debe ponerse en contra de su Alpha.

Me tomaste a la fuerza y sin preparación, ni delicadeza y yo no pude objetar nada.

Y paso lo mismo que la primera vez, no me soltaste hasta que el amanecer se estaba aproximando.

Me "marcaste" de nuevo y te transformaste en humano, pero conservando tus rasgos bestiales y con una voz de ultratumba me dijiste.

- Si vuelves a dejar que otro hombre te toque, te bese y te acaricie, te arrancare la piel, las piernas y los brazos.