Un León Alpha Y Su Particular vida.

Capítulo 11; Nuevas Direcciones.

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Entre ellos mismos se ayudaban a alimentar a los cachorros.

Cuando con mi cola jalaba yo a uno de ellos para ponerlos enfrente de mi falo ya despierto, ellos se auto penetraban y luego yo los embestía como bestia sin control, les dolía; claro que sí, encima que yo era enorme, ellos seguían siendo Alphas.

Pero nunca se rindieron y se fueron, así paso un año y 6 meses y ya habían tenido dos embarazos de los cuales habían salido cachorros Alphas y de buena sangre. Es decir, sanos y fuertes.

Ellos no salían de la cueva jamás, el único que salía era yo y sólo para buscar comida.

Cuando decidí que era suficiente les dije que podían irse; pero, aunque tuviesen sus Omegas parejas siempre seguirían abriéndose de piernas para mí y solo para mí, cada vez que se me antojara.

Ellos no se quejaron, preguntaron si se podían llevar a los cachorros y si estaban perdonados.

Les dije que, si y que el destierro ya había sido levantado, pero que siempre serían mis mascotas, mi harem.

Ellos agacharon la cabeza como señal de respeto y aceptación a las órdenes dadas y luego se abrazaron a mí y preguntaron si también podía perdonar a Safir.

Les dije que sí, pero que para que la confianza volviera faltaría mucho.

Que podían ir y venir las veces que quisieran, pero sólo ellos y nuestros hijos, más no sus Omegas y los hijos que tengan con ellos.

Al día siguiente trajeron a Safir quien estaba muy desmejorado, el médico me dijo que lo habían puesto en coma para que resistiera un poco más en lo que me convencían, pero que hace una semana lo habían despertado.

El en cuanto me vio comenzó a restregarse en mi pelaje y besarme, después de eso fue donde mi falo y comenzó a hacerme una felación yo gruñí en molestia y lo alejé.

El comenzó a llorar y de rodillas me pedía que por favor lo dejara tocarme.

Lo tomé entre mis fauces y lo subí a una cueva que había arriba y lo dejé ahí, le dije que esperará y el obedeció.

Luego volví a bajar y fui donde Kai, Noa, Bastián, y Kuro mis esclavos sexuales, mi harem particular, los que una vez orgullosamente llamé hijos, pero que ahora sólo eran un lugar para desfogar mis deseos sexuales.

-Escuchen bien, aceptaré a Safir como mi "pareja" de nuevo, pero no esperen que las cosas sean como antes.

Viviré aquí en esta cueva, Safir y nuestros otros hijos vivirán en una mansión cerca de aquí.

Ustedes vivirán ahí también con él y con sus hermanos, con sus respectivos Omegas y respectivos hijos, ese lugar es un castillo que venía con este terreno que es mío.

Ese castillo hace tiempo lo mande a reparar y dejar en óptimas condiciones para vivir.

Ahí hay 50 habitaciones y podrán vivir sin problemas, cuando tengamos hijos vivirán conmigo los primeros meses de los cachorros y después se irán de vuelta al castillo.

Los cachorros vivirán con ustedes mientras estén pequeños, después vivirán conmigo, cuando sea hora de enseñarles a ser verdaderos leones.

-Como órdenes mi Alpha líder.

-Lo mismo pasará con Safir, no le quitaré el sello que tiene puesto, ya que su Omega es dependiente de su Alpha y yo no quiero esa dependencia por parte de él.

-Disculpe que lo interrumpa Alpha, si en algún momento alguno de nosotros quisiera quedarse a vivir con usted aquí en esta cueva podría pasar.

-Si, pero tendrían que renunciar a todo, a sus parejas y a los hijos que tengan con ellos.

Y jamás volverían al mundo de la ciudad de nuevo.

-Comprendo, gracias por responder.

-Ahora vayan con sus familias y críen a sus hijos adecuadamente.

Volví con Safir y seguía ahí de rodillas esperando por mí, el volvió a intimar conmigo, aunque ya no se sentía igual que antes.

Le di lo que pude darle, pero el sólo duro 6 meses y falleció, su cuerpo ya no dio para más, fue enterrado en el cementerio de la familia; a 4 horas de aquí, no tuve más hijos con él, así que no quedó pendiente alguno.

Los hijos que tuvimos en su momento; cuando todo era felicidad, crecieron favorablemente y cada uno ya es independiente y los mayores ya hasta tienen familias.

Las últimas dos camadas que tuvimos, son adolescentes ahora y viven con sus hermanos mayores (los primeros 3 hijos) en las cuevas, los 4 de mi harem (Kai, Noa, Bastián, y Kuro) renunciaron a sus parejas y ahora viven conmigo en esta cueva con nuestros cachorros.