Un León Alpha Y Su Particular vida.

Capítulo 13; Siempre Podrás Contar Con Nosotros.

Tan solo unos días después mi hijo mayor Zar vino de visita; abrazo a su madre, (Kai) y luego me saludo a mí, lo cual debería ser al revés; pues yo soy un Alpha y encima su padre y por jerarquía y señal de respeto debería saludarme a mi primero. Se lo permití por que vi en su semblante que realmente necesitaba a su progenitor.

Zar- Padres estoy triste mi omega no quiere a nuestros hijos y no sé como hacer que entienda, mis hijos no pueden seguir siendo cuidados y alimentados por los omegas de mis hermanos no sé qué hacer.

Me transforme en humano y lo abrace; el lloro como cuando era niño ya que sabía que si su omega no hacia el vínculo con sus cachorros estos morirán pronto.

-Hijo mío lo que te voy a decir es duro, pero es la verdad. Ese tipo de omega es muy problemático y solo te hará sufrir, considero que es mejor deshacerse de él y romper todo vínculo que tengas con ese omega, en cuanto a tus hijos creo que podemos buscar a otro omega que haga el vínculo contigo y de ahí con los pequeños para que se convierta en su madre y así no mueran.

Z- Pero padre donde podre encontrar a un omega que no vaya a huir de mí y que sea dócil y obediente como para aceptar a mis hijos.

-Escucha yo iré a la ciudad, al mercado de esclavos ahí encontrare no solo uno; si no dos omegas para ti solito te lo prometo, allí hay omegas que venderían hasta su alma tan solo por tener un techo y comida segura.

Por ahora trae a los pequeños para que Kai se encargue de ellos, prometo no tardar mucho.

Z- Si Alpha, padre muchas gracias por cuidarme a pesar de que ya somos adultos y se supondría que ya no dependeríamos de ustedes nuestros padres.

Sasha- Zar cachorro mío, yo te valoro y te cuido aún, por el hecho de ser mi hijo y saber respetar ese lazo conmigo, no me has decepcionado durante todos estos años y aunque sean adultos ya y tengan a sus familias siempre que no encuentres salida o consuelo puedes venir con nosotros, tu papi y yo te recibiremos con los brazos abiertos, siempre podrán contar con nosotros, así te vayas lejos y te conviertas en Alpha líder de tu propio clan.

El me abrazó aún más fuerte y me dijo gracias.

-Bueno por ahora ve a casa yo tengo que arreglar unos asuntos para poder conseguir a tus omegas.

Mi León estaba molesto por lo que había hecho ese chico pues puso en peligro a los cachorros.

Mi hijo no lo tenía mal atendido, pues tenía refugio, comida y no pasaban frío.

En fin, decidí controlarme lo mejor posible o acabaría estrangulando a ese estúpido omega y más por hacer sufrir a mi hijo, mi bestia y yo hace tiempo nos hicimos unos y nos comunicamos bien, pero ahora quería ir a destrozar a ese omega y estoy seguro de que si mis nietos morían Red lo mataría de manera cruel.

Estaba a punto de perder el control del enojo y Kai se dio cuenta de ello por ello me sentó el sofá (de piedra y tiene una piel de oso encima) y saco mi falo de la tela que lo cubría y luego de despertarlo se montó encima y me pido hacerlo mío.

Entendí que lo hacía para que yo no perdería el control, así que accedí y lo embestí como poseso una y varias veces hasta que sentí que mi enojo mermaba o al menos estaba bajo control.

Kai acabo con su vientre hinchado de tanto que me corrí dentro suyo.

Al poco rato llego Zar con sus cachorros recién nacidos le dije que los dejara aquí y que fuera con sus hermanos y luego volvieran aquí con el omega rebelde.

Las cuevas donde ellos viven están un poco retiradas de mi hogar digamos que; a 4 horas de león, porque humanamente sería mucho más tiempo.