Un León Alpha Y Su Particular vida.

Capítulo 1; Una Verdad Del Pasado.

Sasha la imagen multimedia.

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-Sasha por favor calma no vayas a alterarte mas no te enfades.

-Explícame Safir, como es posible que tu seas mi padre gestante, si yo soy un Alpha sangre pura.

No intentes engañarme se la verdad, se que no soy tu hijo; eso no es posible.

Tu eres un Omega y mi padre es un Alpha y se supone que un pura sangre sólo nace cuando sus padres son de la misma casta, y sabes a lo que me refiero, por lo tanto esta lógica confirma lo que yo sospechaba, que tú no eres mi padre gestante.

Safir- Las cosas no son como piensas.

Sasha- ¿¡Vas a seguir con lo mismo!? entonces dime, por que aún mi padre no te ha marcado.

Por que según sé los omegas como tú; pura sangre, no pueden soportar una infidelidad de su Alpha ya que morirían al saberse traicionados, a menos que tu lo hayas engañado primero y por eso el lazo se haya "fracturado".

Si tú no moriste a pesar de que yo existo, eso significa que mi padre no te marcó y éxijo saber por que.

No quiero más secretos, exijo la verdad completa.

Saf- Sasha por favor no te alteres más, te diré todo sólo déjame mandar a los niños con tu abuela por favor.

Sas- Te doy 5 minutos o enserio me enfadare.

Saf- Si, lo haré rápido.

Después de esos 5 minutos volví a ponerme frente a él a un con el miedo que me da su aura, por que se que esta molesto y él es el único que me puede hacer daño y yo merecido lo tendré por no explicarme bien.

Saf- Yo llegué a ti cuando tenías 4 años, tu padre me dijo que eras hijo de una relación fallida y que decidió criarte sólo, pero que sabía que necesitaría ayuda y por eso me propuso salir con él y acepté.

Nuestra relación no fue íntima, sólo digamos que éramos personas en un mutuo acuerdo de hacernos compañía y apoyarnos.

Estuvimos "saliendo" un tiempo, cuando tu cumpliste 5 años tu padre tuvo que irse a una reunión fuera del país y me dejo a cargo de tu cuidado.

En la noche cuando ya estaba anocheciendo, tu comenzaste actuar extraño; te comportabas de manera violenta y tu cuerpo estaba que hervía de fiebre.

Yo no sabía que hacer, así que solté un poco de mis feromonas creyendo que te ayudaría, pero creo que eso hizo que tu bestia interna reaccionará por mi causa.

En segundos tu cuerpo se llenó de un espeso humo gris y cuando ese humo se disipo, frente a mí había un gran León blanco de unos 2 metros y medio de altura.

Mi primer instinto fue correr y eso sólo te enfureció más, lo más lejos que llegué fue el jardín pero tu me atrapaste rápido, me arrancaste la ropa con tus garras y me tomaste como tuyo en ese mismo lugar y me mordiste, marcandome así como de tu propiedad.

Pero aún asi tu no te detenias; aunque suplicara que ya no más, las horas se me hicieron eternas y tú no estabas satisfecho, mi vientre ya estaba hinchado de toda la esencia que habías dejado dentro y la cual no me dejabas sacar.

Sólo te calmaste cuando el amanecer se estaba aproximando y te desmayaste segundos después de la salida del sol.

Pero aun seguías mordiendo mi cuello cuando volviste a tu forma humana, seguías aferrado a mí y no me soltabas, yo quería limpiarme y limpiarte antes que volvieras en sí.

Pues supuse que sería un shock demasiado grande para alguien tan pequeño como tu y me refiero a tu edad humana.

Así que con mucho esfuerzo logre hacer que me soltaras y sacar tus dientes de mi piel.

Todo mi ser me dolía horrores y tenía entumida ciertas partes de mi cuerpo.

Con mucho esfuerzo te llevé adentro y te bañé, luego te dejé en tu cama dormido y yo me fui a la mía para limpiarme.

Dormí no se cuántas horas, pues desperté cuando te sentí hablandome diciendome que tenías hambre.

Yo vi el reloj en la pared y me dí cuenta de que ya era más del medio día y tú no parecias recordar algo de lo que habías hecho.

Así que decidí hacer como si nada hubiese pasado, no quería conflictuar tu pequeña mente con lo que habias hecho.

Yo sabía que aun no estabas completo con tu bestia, eso pasaría cuando tuvieses la edad "humana" apropiada y la madurez para aceptarlo sin volverte loco.