Capítulo 10; Encuentros y Cambios Radicales.

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Un día; después de algunos meses, decidí ir a la ciudad para buscar algo de diversión, pero no espere encontrarme con Safir prostituyéndose.

Vi; a lo que en su momento llamé mis hijos, intentado convencer a su gestante de irse y dejar de hacer lo que hacía, pero su mirada estaba vacía y su cuerpo ya no era el mismo que en su tiempo conocí, había perdido su hermosa figura, ahora estaba casi en los puros huesos.

El me vio y sus ojos derramaron lágrimas e intentó correr a mí, pero me di la vuelta y me fui.

El me llamaba, pero yo lo ignore.

Conseguí otros omegas para saciar mis deseos carnales, pero ya no lo disfrutaba como lo hacía cuando estaba con Safir.

Él y ellos nos habían destruido a ambos, la palabra familia ya no existía.

Los meses pasaron y un día de repente llegaron a mi nuevo hogar; por que el anterior lo había quemado, ahora había hecho de una cueva detrás de una cascada mi casa, los desterrados.

Estaba dormido en mi forma animal, cuando escuché unos pasos y después como alguien me llamaba.

-Padre sé que cometimos el error más grande de nuestra existencia y que con ello destruimos a toda la familia.

No nos daría la vida para pedirte perdón una y otra vez, pero sabemos que no podemos seguir así, nuestro progenitor está al borde de la locura, creímos que al sellar su parte Omega le salvaríamos la vida, pero no pensamos que perdería la cordura.

Estos son nuestros hijos omegas y te los ofrecemos como una pequeña, mínima compensación por el gran daño que te hicimos y si no es suficiente nos ofrecemos a nosotros mismos para que al menos un poco de tu dolor y furia sea mermado.

Yo estaba borracho y fuera de mi así que les rugí, pero ellos aún se quedaron allí mismo sin moverse, sus hijos omegas no me apetecían y estuve a punto de matarlos cuando de pronto sus esposos Omegas llegaron a rescatarlos y después se fueron corriendo de ahí con sus hijos.

Los que en un tiempo llamé mis hijos, se transformaron en humanos y quedaron desnudos ante mí, tenían la aparecía de un joven de al menos 17 o 18 años.

Yo los golpes con mi cola y chocaron con la pared de la cueva, pero aun así ellos se levantaron y se colocaron en 4 para mí, con sus manos abrieron sus nalgas mostrándome su rosada entrada.

Ellos eran Alphas y hacer eso es la peor denigración para alguien dé esa casta.

Sin duda al hacer algo humillante como eso los tacharía y ya no serían reconocidos como Alphas por otras manadas.

Volví a rugir y a gritar "fuera", pero ellos no se movían así que los volví a aventar contra la pared con una de mis patas y ellos volvieron a ofrecerse a mí.

Tan molesto estaba por su atrevimiento de venir a mi nuevo hogar, que hice lo que tanto pedían y a todos los follé con mi forma bestial, derramaron lágrimas sí, pero aun así seguían ofreciéndose a mí.

Sus cuerpos no están diseñados para intimar con otros Alphas y más con un León con un falo de magnitud magistral como yo, pero aguantaron todo sin quejas.

Después de varios días ellos seguían ahí ofreciéndose a mí, dejaron de ser Alphas dignos para someterse como si fueran Omegas.

Después de 2 meses vi que ellos tenían abultado el vientre, comencé a olfatearlos y me di cuenta de que estaban encinta; no sé cómo rayos eso era posible si se supone que eran Alphas.

Más no me perdí en el detalle y sólo seguí con mi existencia, ellos no salían del nido para nada, me obedecían a capa y espada.

Sabían que un gruñido mío es que algo estaban haciendo mal.

Desde que entraron a esa cueva ya no saldrían siendo ellos mismos y creo que lo sabían bien.

Pasaron 6 meses y ellos entraron en labor en diferentes días y como los valientes dieron a luz a esos cachorros sin ayuda, ni siquiera pidieron mi ayuda aun cuando el dolor de parir siendo Alphas eran impensable.

Cuando acabaron de parir cayeron desmayados; aunque es razonable, el dolor que sintieron debió ser casi insoportable.

Un León Alpha Y Su Particular vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora