Luces, cámara y... ¿Amor?

Prólogo

"Un parque, un encuentro"

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Una mañana como todas, un jóven de nombre Edgar se encontraba en su trabajo. Él, era un chico muy aburrido que odiaba a todo y todos a su alrededor, siendo una persona muy arrogante y abusiva con todos.

¿Dónde trabajaba?... Pasaba la mayor parte de sus días en un parque que era conocido como "Starr Park". Un lugar donde nada podía salir mal, aquí era donde el chico pasaba sus días en una tienda de mercancía barata que no se dedicaba ni a atender... Solía esconderse en el almacén donde se guardaban cajas llenas de mercancía haciendo cosas como revisar su teléfono o simplemente dormir...

Esa misma mañana se encontraba llevando cajas hacia la tienda para reponer mercancía que había sido destruído luego de un evento algo inusual... Pero esto ya era algo de todos los días, para él, no era más que otro día como cualquiera.

Le entregó las cajas a su compañera, ya que él no estaba solo. La jóven de nombre Colette, era muy particular al igual que casi todos por ahí, una chica que disfrutaba de acosar a la gente, era una completa desquiciada a los ojos de nuestro jóven Edgar.

La chica le entregó una escoba, pidiéndole que barriera afuera ya que en poco tiempo su jefe, el señor Griff llegaría a revisar que todo estuviera en orden. Obviamente, y de muy mala gana, tomó la escoba y salió afuera para barrer... Ya que perder sueldo era algo que no se podía permitir, ya que de por sí... Su salario era una total mierda...

Edgar se encontraba maldiciendo a los dos chicos de limpieza por no llegar temprano nunca, dejándoles su trabajo a ellos la mayor parte del tiempo...  Mientras el chico maldecía, una orda de personas salieron corriendo hasta la salida del parque, empujando y pisoteando al pobre jóven.

Comenzó a lanzar insultos al aire mientras se sentaba en el suelo... Le dolía su cuerpo después de que aquella orda de gente salvaje lo pisará sin piedad... Estaba cansado de trabajar ahí, pero nunca renunciaba, ya que perdería la mayor parte de su vida... Puesto que el parque, pagaba la mayoría de sus cosas... Pero ese era otro tema...

Sintió un toque en su mano, que sostenía su cabeza... A lo cuál pensó que era su compañera de trabajo, por lo cuál no dudó en lanzar un fuerte manotazo a quién fuera que estuviera ahí...

— ¡Oh! Estuvo cerca... —

Dijo quien fuera que estuviera ahí, Edgar, miró a quién se encontraba parado frente a él... Era un joven con una gorra que le sonreía firmemente, con una mano en el bolsillo y otra que tomaba su ya mencionada gorra...

— ¿Te lastimaron? Perdón... Los fans suelen ser difíciles... Déjame ayudarte. —

Comentó nuevamente el chico a Edgar, el cuál se levantó ignorando la mano del chico, que la bajó inmediatamente al ver que el otro ya se había puesto de pie.

— Ajá... Fans... ¿Cómo te llamas? —

Dijo Edgar con su típico tono sarcástico, mirando de forma amenazadora al contrario... Que parecía tener escalofríos al ver esa mirada, pero se mantenía sereno y con calma intentando no verse irrespetuoso.