Capítulo 9

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" Lindos recuerdos, fea coincidencia "

♪ - 🖤💛 -

El de bufanda la sostenía entre sus brazos, ella le había prometido estar juntos por y para siempre.

Su despertador sonó, y Edgar como pudo lo apagó y miró molesto sus sabanas. Otra vez ella, ya no quería pensar en esa hermosa chica, pero ella se aparecía en su mente cada que podía.

Cada que pensaba en Fang, o lo tenía cerca... Ella estaba ahí, en su mente.

Sabía los motivos, pero nunca los aceptó.

Ignorando sus pensamientos, hizo su rutina mañanera acostumbrada y salió en dirección a su trabajo. Al llegar, apreció a su compañera pegando objetos robados, rotos e inservibles... No le preocupaba, Colette se dedicaba mayormente a ser una fanática delincuente. Se puso su chaleco, y comenzó sus labores en la tienda. Fang por su parte, se mostraba impaciente en el escenario de un set de grabación; moviendo su pie de arriba abajo ansioso.

— ¿Dónde está Lola? ¡Llevó más de una hora esperándola para empezar la grabación! —

Gritó el chico al director, un pequeño dinosaurio que miraba indiferente al jóven actor.

— ¡Lo mismo me pregunto, niño! Ella tuvo que haber llegado hace mucho... No importa, vete a hacer cosas de adolescentes mientras los adultos arreglamos este asunto. —

Mencionó Buzz en tono arrogante, Fang rodó sus ojos y se retiró... Su director era demasiado estresante para él.

En su camerino, dejó su gorra caer al suelo y se acostó en su cama.

Hacían días que no podía dejar de pensar en Edgar, quería verlo, su rara amistad y la necesidad de estar junto a ese malhumorado empleado lo arrastraban.

Tanto que no supo cuando comenzó a acariciarse el pecho en busca de algo de satisfacción.

Claro que no pensaba hacer nada, sabía que en cualquier momento algo o alguien lo iba a detener... Y así fue.

Su teléfono comenzó a sonar, y como pudo lo sacó de su bolsillo y contestó los mensajes.

Era Colette, Fang le había prometido estar en su trabajo cuando estuviera libre para mostrarle sus habilidades y así ella pudiese tomar nota... Por más raro que fuera el pedido, el actor lo aceptó gustoso.

Cuando llegó, la chica estaba sola. Fang se preguntaba si Edgar estaría por ahí, quería hablar con él... Y si era posible, conocer más a la persona que lentamente le atraía.

Salieron del lugar, cerca de las atracciones, y ahí comenzaron sus extrañas clases.

Pasaron los minutos, el actor le mostraba con botes de basura sus habilidades mientras la chica babeaba y reía de forma macabra mientras escribía y dibujaba en su libreta... Fang decidió tomar un descanso y se sentó al lado de Colette mientras se limpiaba el sudor con un pañuelo.

A lo lejos, pudo divisar a alguien. Claramente, una chica que sostenía un bate y parecía hablar con alguien.

No quiso hacer mucho caso, no le parecía importante... Y ahora estaba más ocupado pensando en Lola y su retraso, pensando en que tal vez ella le llamaría para arreglar ese asunto.

Luces, cámara y... ¿Amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora