Es tiempo de decir adiós

48 5 0
                                    

Senju Akashi

No sé cómo empezar a desahogarme, porque no sé exactamente donde duele, ni hace cuánto estoy sufriendo en silencio, sólo sé que necesito un refugio y no tengo uno donde poder llorar.

Justo ahora cuando todo se me derrumba encima, porque es tan difícil aceptar que mi refugio has sido tú durante tantos años, que mis días más felices los viví contigo, y hoy le estoy rogando a la vida que me enseñe..

¿Cómo te saco de aquí?

¿Cómo te arranco sin morirme?

¿Cómo me obligo a dejarte si quiero que te quedes?

Aunque no me ames, deseo que te quedes para siempre, a mi lado.

Pero no siempre ha sido así, yo si he sido feliz, encerrada en un sueño de felicidad eterna donde por siempre quise descansar, hasta que un día yo misma rompí esa burbuja y comprendí lo que pasaba, todo lo que estuvo sucediendo frente a mí.

Once años, eso llevamos en la vida juntos, como amigos, como amantes, como dos humanos jugando a disfrazarse.

Nunca lo noté, nunca fui capaz de ver que batallas se libraban dentro de ti, pero siempre entendí que yo no era suficiente, que no llenaba tus vacíos y tampoco podía protegerte del enemigo que eres tú mismo, que aún en las mentiras de mis hermanos había verdad, que siempre existió alguien más, alguien mejor que yo.

Que me convertí en tu costumbre y tú en la mía, maldita y hermosa costumbre la nuestra.

Lo intenté, lo intenté muchas veces, siempre di lo mejor de mi, sé que no todo es una vulgar mentira, sé que no es así, pero tampoco todo es verdad y duele, demasiado duele.

Te he amado por muchos años, quizás yo simplemente no soy lo suficientemente buena, despertaste en mí el miedo más profundo que guardé por años, el defraudarte y eres tú quien me ha defraudado ,mintiéndonos y destrozándonos.

Fui yo quien comenzó esto, fui yo quien se entregó por primera vez y se desnudó entre tus piernas, no me importaba si no eras mío, si sólo nos convertíamos en sexo, o nos veíamos solo para ello, pero estaba demasiado enamorada o mis hormonas alteradas, yo quería que fueses el primero y el único, no necesitaba a nadie más, sólo a ti.

¿Cómo una mentira acaba convirtiéndose en una verdad por más que uno haya planificado a detalle cómo no involucrar los sentimientos?

Dije que no le pondría un nombre, que seríamos solo los dos escapando a esa cabaña cada que podíamos, y tú robando condones de los que le regalaban a tu padre para las charlas de educación sexual, estábamos bien, no importaba más, pero sabía que si no existían compromisos entre ambos alguno de los dos se enamoraría de alguien más y fuiste tú, hubo alguien, era él, siempre fue un él, por eso yo era tan inútil para reemplazarlo.

Nos confundimos tanto por lo mal que siempre hemos estado, temiendo al fracaso, temiendo a la crítica de la sociedad, tú siempre me protegiste de las correcciones y golpes de mis hermanos, siempre diste la cara por mi, estuviste en los días más negros de mi vida, te convertiste en mi todo, en mi salvación y mi condena, te mezclaste tanto en mi ser, que no se aún distinguir dónde comienzo yo y donde terminas tú.

Incluso el día que decidí morir y jamás te conté.

Ese día que pensé que se había acabado todo para mi, estaba agotada, ya no me quedaban fuerzas para seguir soportando, estaba harta de continuar allí, estancada, fracasada, convertida en lo que nunca quise ser, ese día me rendí, la invencible Senju, que jamás se quejaba de dolor, que jamás reprochó ningún insulto, fue la misma que ese día se quebró, a la que por ser mujer siempre se le exigió más.

En el abismo.. (KazuFuyu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora