Ayudar a una persona enferma y cuidarla mientras se mejora no es la mejor forma de acercarse a la misma en tono amoroso, ni la más adecuada tampoco.
Los días siguieron su curso, mientras los exámenes de Chifuyu obtenían resultados claros de su enfermedad, en esa espera llevaban tres días.
Tora permaneció a su lado esos tres días, cuidó sus noches de fiebre y se mostró atento del cumplimiento de los medicamentos que le fueron recetados a Chifuyu.
Una extraña y espontánea relación amistosa resultó entre ellos, aunque Tora desconocía los sentimientos de Chifuyu pues este los esconde demasiado bien, él también ha creado un sentimiento de atracción hacia Chifuyu.
Pero Tora cometió un error, decidió guardar ese sentimiento para si mismo, pues estaba seguro de que sería rechazado si se lo confesara a Chifuyu, o tal vez sólo hiciera el ridículo, por lo prematuro de ese sentimiento, pero es una sensación diferente, una que Tora jamás había sentido por nadie más...
— Los exámenes muestran una infección, quizás se deba por la manipulación de un animal muy enfermo de cerca sin los medios de protección adecuados o por un debilitamiento del sistema inmune que hizo más fácil el contagio.
Le recetaré antibióticos, ellos harán su función y mejoría, únicamente deberá tomarlos en el orden correcto para que hagan su efecto, las fiebres desaparecerán posiblemente mañana por el avance de los antibióticos, así que hoy en lo que resta del día puede sentirse afectado por ella.
Junto a los medicamentos deberá cumplir reposo al menos por una semana más Señor Matsuno.
— Está bien doctor, entiendo todo.
— Entonces, espero que mejore pronto y no necesite volver, procure utilizar mayor protección al manejar animales y también mejorar sus hábitos alimenticios para no debilitar su sistema inmune.
— Claro que sí doctor, agradezco la sugerencia.
El médico se despidió de los dos y ambos se retiraron del consultorio.
— Ya casi sales de esto. — dijo Tora un tanto entusiasmado de la mejoría del rubio.
— Si, pero aún debo guardar demasiado reposo, me preocupa la veterinaria. — girando su rostro hacia el techo.
— Keisuke está bien, nos está ayudando otro veterinario de otra tienda de mascotas que conocemos, pero los casos menos graves están agendados hasta que te recuperes por completo. — dedicándole una sonrisa para ayudarlo a animarse.
— En realidad no entiendo cómo no estás molesto ni fastidiado con esta situación.
— ¿Porqué estaría molesto? —con una mueca de confusión acentuada en el rostro del bicolor.
— Pues otra vez la tienda de mascotas está perdiendo dinero porque no puedo ir a trabajar, además re-agendar citas es molesto para algunos clientes.
— No es algo que puedas controlar Chifuyu, creo que estás muy acostumbrado a no cometer fallas a que siempre te sobrecargues con tal de lograr cumplir tus propias expectativas y eso tampoco está bien Chifuyu, a veces no podemos controlar nada a nuestro alrededor y las situaciones nos sobrepasan.
Controlar, no fallar, ser perfecto o fingir serlo, todas esas actitudes que ha repetido durante toda su vida, las mismas que lo han venido marcando y dirigiendo en la forma que Chifuyu espera que los demás lo observen.
Controlar, siempre quiso evitar que los demás supieran de su vida, controlar sus emociones e incluso su forma de hablar o vestirse, ser adecuado para todos.
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En el abismo.. (KazuFuyu)
RomanceEl destino se muestra cruel e injusto, nos arrebata lo que creemos es nuestro. Pero es sabio y amable, pues nos entrega lo que nuestra alma busca y necesita.