Verdades a medias

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Los malos días han quedado atrás, la salud de Chifuyu mejoró por completo y su vida adquirió un poco más de color pero también de confusión.

Regresar a trabajar, ponerse al día con los pendientes y tener un poco más de cercanía con el de ojos dorados formaron parte de su día a día en la tienda de mascotas, el tiempo ha fluido tan bien que ni siquiera notó que ha pasado tan rápido.

Aunque la relación de Kazutora y Chifuyu no es más que una buena amistad, ambos son mucho más cercanos, mucho más amables.

Sus noches ya no están tan solas ni llenas de recuerdos, ahora las disfruta un poco más en la compañía de Kazutora, a pesar de que comparten cama casi todos los días, ninguno ha mencionado nada del otro, o los dos son expertos en esconder sentimientos o muy tontos para expresarlos.

Pero la compañía de ambos es saludable, es sanadora y podría decirse que es necesaria para esos corazones rotos que han arrastrado por años.

Chifuyu ya casi cumple un años en la veterinaria, su trabajo entre los clientes se volvió muy bien valorado y muchas mascotas adoran sus atenciones y cuidados.

Kazutora y Chifuyu comparten algunos días para ir al restaurante de los gemelos al terminar su día laboral, también invitan a Keisuke, él también ha formado parte de algunas reuniones en casa de Kazuto
ra, solo a charlar o ver peliculas, jugar algún videojuego o cualquier tontería.

Cosas triviales de un par de amigos, pero que para ellos significa más, en sus rotos corazones, eran una curita sobre sus heridas.

Pero ninguno de los dos es capaz de admitir los sentimientos por el otro, y aunque revueltos en la cama y a veces durmiendo abrazando al otro, se catalogan como amigos, pues para Kazutora el rubio es material sólo para mujeres.

Y así todo lo que guardamos tiene consecuencias y acaba dañando.

Hey Keisuke, Inui está de cumpleaños, ¿vas a ir? — preguntó Tora que estaba acariciando un pequeño conejo.

Creo que no, Annie no es fan de las discotecas. — contestó Keisuke detrás del mostrador.

Mmmm, Annie es una anticuada, desde que te casaste con ella nunca más sales a fiestas, eres un mandilón. — se burló.

Que tú no tengas a nadie no es mi problema, que seas una zorra que huyendo del compromiso tampoco.— sacándole la lengua y el dedo medio en burla.

Jajaja, debes mejorar esos insultos estúpidos, no harías reír ni a un muerto.

Hey, Chifuyuuuuuuuu — le gritó Keisuke para que el rubio lo escuchara en la clínica.

— ¿Qué sucede? — preguntó saliendo de la parte trasera de la tienda algo asustado por el grito.

Tora quiere que vayas a una fiesta con él. — dijo sonriente Keisuke.

— ¿Yo? — poniendo un rostro de confusión.

— ¿Él? — Kazutora arqueó una ceja también confundido.

Ambos estaban un poco perdidos.

Tú no quieres ir solo y él nunca sale a ningún lado, a veces pienso que es monje o algo parecido, ¿hiciste algún voto religioso, Chifuyu?

Chifuyu no es de fiestas, apuesto a que a los 3 tragos y debo traerlo a cuestas. — dijo el de ojos dorados con tono burlesco.

Tampoco soy así, es sólo que yo trabajo más, así que trato de dormir lo suficiente, trasnochar con series a veces me deja en mal estado.

En el abismo.. (KazuFuyu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora