| Come back |

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Capítulo 9

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Capítulo 9.

—Este treinta y uno de octubre, en el basurero, pasaron bastantes cosas. Primero, Valhalla logró hacer que la batalla fuera un todos contra todos. —dijo. —¿Te acuerdas de ese chico de mechones rubios? —asentí con la cabeza. —Pues él peleo con Mikey y logró noquearlo, pero luego llegó Kisaki para salvar a Mikey. —continuó. Resaltó la palabra "Kisaki" con un tono más irritación. —Y luego Baji se cargó a todo su escuadrón. —se quedó en silencio. —Y no pude hacer nada para salvarlo. Soy un inútil, Aki. No merezco estar vivo. Yo debí haber muerto en vez de Baji-san. —comenzó a llorar grandes lágrimas que salían desde sus ojos y caían sobre la mesa con rapidez.

—No es tu culpa. Imagina como estaría yo si tú hubieras muerto. Si a ti te llega a pasar algo, yo jamás me lo hubiera perdonado. —Chifuyu terminó de llorar y seco sus lágrimas rápidamente. —Yo no se lo que haría sin ti. Eres la única persona que se mantuvo conmigo durante casi toda mi vida y quiero que eso siga siendo así. —puse mi mano encima de la mesa y Chifuyu hizo lo mismo. Cogí su mano y la apreté con fuerza. —No tienes porque seguir con lo que pasó si no quieres, pero cuando quieras yo estaré ahí para ti si necesitas que te consuele. —le di una sonrisa sincera aunque por dentro estuviera igual de destrozada que él.

La vida volvió a ser como hace un año y medio, sin embargo ahora estaba enfrente de una tumba, la tumba de la familia Baji

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La vida volvió a ser como hace un año y medio, sin embargo ahora estaba enfrente de una tumba, la tumba de la familia Baji. Era tres de noviembre, cumpleaños de dicho hombre que tanto amaba y que ahora no existía, solo en nuestros corazones. El tiempo era inestable, hacia sol con un frío que congelaba, por eso estaba sentada en el suelo temblando del frío y con una caja en mis manos.

—Esto.. es para ti, Kei. —sonreí mirando la caja de cartón, aún temblando por el frío. —Voy a abrirlo, si no te molesta. —alcé la mano para abrir la caja cuando vi aquel espectro observando mis movimientos. Me pare en seco. Volvió, ¿como volvió? ¿Irá a hacer algo? Parece que no. ¿Quiere que abra el regalo? Continúe quitando el envoltorio con cuidado, previniendo cualquier inconveniente con esa sombra detrás de la tumba. —¿Te acuerdas de aquel llavero que te gustaba cuando paseábamos por la calle central con los mercaditos? Compré ese llavero de gato que me dijiste que te gustaba. Lo compré justo al día siguiente cuando iba a hacer la compra con Chifuyu. —aguanté las lágrimas al recordar aquella bella escena con Baji tirando de mi manga admirando ese llavero diciendo que no tenía dinero suficiente para comprarlo. Coloqué el llavero encima de la tumba, justo en frente de esa sombra que me observaba. —También te había comprado ese tomo que tanto querías que te prestara para leerlo una y otra vez. Supongo que, bueno... No se qué haré con él. Puedo dejarlo aquí si gustas. —sonreí al fantasma de Baji Keisuke detrás de la tumba. Dejé en tomo de manga al lado de un plato de Peyoung yakisoba medio frío, probablemente de Chifuyu que vino antes que yo. —En serio, te echo mucho de menos. Incluso si solo pasaron cuatro días de tu muerte, mi corazón me duele desde que te alejaste de nosotros. —mantuve un largo silencio mientras que el viento soplaba. Mis ojos empezaron a soltar lágrimas involuntarias mientras ocultaba estás en mis brazos. Limpié estás con la manga de mi suéter y me levanté del suelo. —Ya no tengo nada más. Realmente me hubiera gustado pasar más tiempo contigo, pero supongo que no podrá ser así, ya no. Feliz cumpleaños Kei, espero que.. no sientas arrepentimientos de lo que hiciste. Te amo Baji Keisuke, y siempre lo haré. Siempre seguirás existiendo en mi corazón, y hasta que me muera tu presencia estará en este corazón encerrado en mi pecho. Adiós.

Comencé a caminar hacia la salida hasta que el silbido del viento confesó unas palabras.

—Yo también te amo, Aki.

Giré la mirada a la tumba, donde estaba aquella sombra que, sin razón aparente, ya no estaba.

Una semana después de lo acontecido, tuve que volver a la escuela a petición de mis padres, ellos dicen que estaba perfectamente bien

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Una semana después de lo acontecido, tuve que volver a la escuela a petición de mis padres, ellos dicen que estaba perfectamente bien. Ahora en la escuela solo éramos Chifuyu y yo, sin Baji. Todos los ojos de los demás en la escuela estaban en nosotros, miradas de pena, envidia, como si nos viéramos vulnerables, y en verdad lo estábamos. Ahora cualquier cosa que pasaba, al menos yo me ponía a llorar. En el asiento de Keisuke ahora había una rosa blanca marchitada, y me dijeron a mi para tirarla. ¿Cómo podría tirarla? Tuve que guardarla en mi mochila porque no era capaz de tirarla a la basura. Chifuyu venía a mi clase en el tiempo libre y nos pasábamos juntos en ese tiempo, luego, y como era de normal, volvíamos a casa los dos juntos. Algunas veces iba a casa de Chifuyu a pasar la tarde, otras él iba a la mía para ayudarle con la tarea.

Era parcialmente agradable.

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To be your friend - Baji KeisukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora